Foto de archivo de Jaume Sastre. | Pere Bota

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Jaume Sastre (1959) representa a Baleares en la Assemblea de Representants del Consell per la República (CpR) catalana.

¿Qué es el CpR?
— Una institución creada en 2018, cuando el Gobierno español y los tribunales aplicaron el artículo 155. Sigue el modelo de las naciones sin estado, como el Congreso Nacional Kurdo y el Parlamento Tibetano en el Exilio. El CpR busca aplicar la independencia, que no se hizo en octubre de 2017, y se basa en la legitimidad del gobierno suspendido por el 155.

Si no se consiguió desde la Generalitat, ¿por qué creen que se podrá realizar desde fuera?
— No se consiguió porque había la amenaza de suspender la autonomía catalana, como hizo el Gobierno de Madrid. El CpR tiene sede en Waterloo, fuera de la legislación española, para poder actuar con más libertad y buscar    apoyos internacionales. El Consell se financia con capital privado mediante aportaciones y el domicilio fiscal también está fuera, protegido de la persecución española. El objetivo es reiniciar la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) de 2017.

¿En qué fase se encuentra el Consell per la República?
— Los primeros años se han basado en una asamblea fundacional elegida por el fundador, Puigdemont. Las primeras elecciones ya han servido para constituir la asamblea de representantes, con unos 102.000 inscritos. En octubre se eligieron los 121 primeros representantes del Consell, inaugurando la etapa de consolidación y expansión. Ya tenemos un parlamento, formado por 80 personas de la sociedad civil y 41 cargos electos. También se creó el reglamento para elegir al presidente y estamos pendientes de que ahora se elija el nuevo gobierno.

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Buscan crear un poder paralelo.
— Es un gobierno paralelo a la Generalitat que tiene como objetivo hacer todo lo que la legalidad española no permite hacer en el Parlament catalán. Por ejemplo, la oficina que tenga la Generalitat en Múnich está bajo control de la Embajada española. Pero lo que organice el Consell no estará tutelado por el Estado español.

En la reelección de Puigdemont, le preguntó si se prevé crear un servicio de inteligencia y un gabinete de guerra psicológica. ¿Para qué?
— Como el Parlament en el exilio no está coordinado por partidos, cada uno pregunta lo que considera. Algunos propusieron tener un banco catalán para que cuando se efectúe la independencia se pueda pagar a los maestros, médicos y mossos. Otros pidieron un nuevo sistema judicial y yo un servicio de inteligencia y el gabinete porque la información es fundamental en cualquier conflicto político, como el que tenemos con España. Cualquier gobierno necesita información contrastada y verídica, también de lo que piensan hacer y hasta dónde están dispuestos a llegar. También sugerí que con el carnet de República se pueda conseguir el pasaporte catalán y la doble nacionalidad, por ejemplo, para los que somos de Mallorca. Como los xuetes que tienen también el pasaporte de Israel.

¿Cómo realizarán estas ideas?
— En el momento determinado veremos cómo resistir lo que pueda enviar a la policía o el ejército a través de la no violencia y de manera democrática.

El Parlamento Europeo investigará los contactos del independentismo con Vladímir Putin. ¿Qué le parece?
— He recibido fotos de Aznar, Rajoy, Felipe VI y el rey emérito con Putin. Ningún país europeo, tampoco España, ha cerrado la embajada en Moscú. Primero se tiene que demostrar que hubiese contactos formales con Putin, pero aunque los hubiera habido, ¿qué autoridad moral tiene cualquiera de estos países para reprocharlos? Los mismos que acusan sin pruebas a Puigdemont de haberse reunido con Putin llevan 20 años fotografiándose reiteradamente con él y compartiendo negocios.

El apunte

La influencia de Puigdemont

Sastre rechaza comentar si el expresidente catalán Carles Puigdemont continúa teniendo influencia en la Generalitat, gobernada por Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya, partido que preside. «Si surge un conflicto de intereses entre ser presidente del Consell y de Junts, priorizará la República, según dijo», explica Sastre.