Alexandra Rueda y Marcela Pasquali preparando un encargo de típicas panades en la pastelería Ca na Teresa de la tienda de Son Ferriol. | A. ESTABEN

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La asociación de Forns i Pastisseries de PIMEM ha mostrado este jueves su satisfacción por las ventas de sus productos en las fiestas de Semana Santa. En un comunicado, esta asociación considera que los buenos datos se deben en gran medida a la fidelidad de los residentes a la tradición gastronómica y también, aunque en menor medida, al interés de los turistas por estos productos, sobre todo en las zonas más concurridas, caso de Palma. Respecto a los productos despachados, se han seguido vendiendo las panades típicas de carne y guisantes y de sólo carne. Sin embargo, se ha notado un retroceso, sobre todo en Palma, en la venta de la panada más típica de cordero o las de pescado en Viernes Santo por el precio, porque «el consumidor no ha estado dispuesto a pagar más por unas panades cuya calidad es un poco superior a las de todo el año».

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También ha caído la venta de la típica panada, el doble de grande que las minis que se venden hoy en día, ya que sale más cara que dos pequeñas. Respecto a las tradicionales monas de Pascua de Semana Santa, según la asociación, también se ha producido una bajada en las ventas, aunque sigue habiendo mercado para aquellos consumidores que valoran una cierta creación artística y artesana y que quieren salir de la producción en serie de las grandes superficies.

El vicepresidente de PIMEM, Miquel Àngel Torrens, se ha referido a la proliferación de grandes superficies donde la oferta de monas de Pascua es constante y a unos precios muy bajos. «Competimos por la calidad y la creatividad y eso aún se valora», ha asegurado.