En su libro defiende que Balears tiene y ha tenido industria, algo que se pasa por alto.
— Ha habido sectores de industria tradicional, pero la gran novedad de esta investigación está en identificar sectores donde puede crecer la industria, vinculados al Parc BIT o al nuevo distrito tecnológico de Palma. Hay recorrido y las inversiones de Next Generation deberían canalizarse a actividades reales de mercado y que sean eficientes.
Se habla de diversificación de la economía, pero aún es una gran abstracción.
— No se acaba de concretar cuál podría ser la hoja de ruta. Volver a la agricultura o a la industria no parece sensato y la idea es diversificar el sector terciario:más valor añadido en investigación y servicios relacionados con sanidad, educación y servicios sociales. Es el concepto de ‘serviindustria', para que los servicios actúen de palanca de esa nueva industria: biomedicina, software, transición ecológica...
¿Llegaremos a ver menos trabajadores en el sector turístico y más en esos otros sectores?
— Lo deseable sería que suceda eso. El análisis que hemos hecho sobre el Parc BIT calcula que ha aportado entre un 0'8 % y un 2 % del PIB, el doble de lo que aporta la agricultura en un microcosmos muy pequeño.
Ese cambio lleva tiempo.
— Hay un error en la política de Balears: cuando gobierna la izquierda, los movimientos sociales exigen un cambio inmediato y, si no se hace ese cambio, se le acusa de traidora. Hay que ser rigurosos porque los cambios no se hacen de forma abrupta. Ha habido horizontes para transformar, pero se necesita tiempo y recursos, además de colaboración de empresarios y sindicatos. Se necesitan las luces largas.
En el libro hay una especie de alerta contra cierta añoranza hacia la Mallorca preturística.
— Hay una cierta visión utopista de esa Mallorca, alimentada por intelectuales y escritores de izquierdas. Es una idea romántica que bebe de Llorenç Villalonga o del modernismo y que ha llegado a comparar Mallorca con Sicilia, cuando no tienen nada que ver. No se puede renunciar a actividades que generaron valor añadido en el pasado y que aún existen, como el sector del calzado o de la producción de azulejos o agrícola. Hay una oportunidad de mercado en estos aspectos, pero el desarrollo económico tan potente como el de Balears no puede pensarse desde una sociedad agrarizada o ruralizada.
Habla de autoodio económico...
— Lo hay. Se da la imagen de que, hasta los 60, los señores vivían en sus casas y los campesinos estaban en un páramo de actividad o huían, y que, a partir de los 60, llega el beneficio generado por los hoteleros y eso explota. Eso es una caricatura que ignora que aquí había actividades que generaron crecimiento y que persisten. Ni el sector turístico es redentor de miserias ni en el pasado se vivía mejor y la gente era feliz bailando ball de bot. Estamos en un tópico que debe romperse con la ciencia.
En todos estos años el PIBper cápita ha caído.
— Estamos en séptimo lugar en el ránkig y no debemos dramatizar por pasar de la uno a la siete. Es importante tener en cuenta que ahora tenemos muchísima más gente que antes, un 30 % más en muy pocos años. La economía arrastra y provoca un efecto llamada económico. Ha aumentado el denominador, pero también el numerador.
¿Entonces más turismo no nos ha hecho más pobres?
— Eso es algo reduccionista y entronca con las teorías del decrecimiento. La renta familiar de Balears es elevada y hay mayor capacidad de obtener ingresos por la actividad poliédrica del sector servicios, que es mucho más rica de lo que nos pensamos. Hay que bucear en este sector para ver cómo podemos diversificar.
El apunte
«¿Decrecimiento? Sí, en intensidad energética»
8 comentarios
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Zu VekaufenCon lo de "volver a su tierra" me refiero a emigrar a otro sitio donde haya trabajo, no por causas raciales ni nada parecido. Si se cambia de un modelo de turismo de masas, donde se necesitan miles de trabajadores para llevarlo a cabo, a un modelo mas sostenible y con menos saturación, esta claro que de estos miles habrán muchos que no van a poder trabajar, ya que por lo que vinieron ya se ha acabado. Y sí, la población total se ha doblado pero no en todos sitios igual, no seas demagógico ni simplista con los datos.
Nada ni nadie impide a nadie invertir y crear la industria que quiera. Solo quiero recordar las 3 alternativas que tienen todas las islas del mundo en líneas generales: Turismo, paraiso fiscal o miseria.
PruneitorVolver a su tierra. No se si sabes que esto es Europa y la población mundial se ha doblado desde 1976 … también aqui nene. Que sugieres, que lo que no sean de aqui lleven un brazalete identificativo? Y los extranjeros que han comprado, tienen mas derecho que los mallorquines que han vendido? Madre mía …
Gabriel Camps PonsComo si esas industrias hubiesen sobrevivido a la importación china o al Ikea. Se realista hombre !!!!
Que va a decir este personaje , responsable de la ruina que gracias a las políticas de sus compañeros de ideario sobre todo recaudatorio que mienten mas que hablan , y lo de vivir mejor que antes sera el y sus compis , ya que el resto de la sociedad es evidente que no y con unas colas del hambre interminables o que el coste de la vivienda es inasumible para un sueldo base , y lo que costaba 14 años de sueldo ahora no basta con + de 30 años , y como esto mil detalles mas que le pueden tapar la boca a este fariseo claro que elementos del perfil de este personaje y otros lacayos del poder establecido no lo reconocerán , ya que ellos mismos son la principal causa de lo que sucede y lo que vendrá.......
El turismo nos a dado mucho esto es indudable, pero tambien a matado las pocas industrias que habia en la isla como el CALZADO y la PIEL en INCA,la industria de MUEBLES en MANACOR,y ahora tenemos o creemos tener problemas,quizas sobran hoteles,quizas el turismo que recibimos no es el mas adecuado,lo cierto que desde hace muchiiiiiiiiiiiiiiisimos años se habla del turismo de calidad y de alargar la temporada turistica,pero a mas hoteles mas turismo chungo
Estoy de acuerdo en casi todo lo que dice, aunque en otras como en lo de la teoría del decrecimiento no. Durante 60 años hemos recibido una inmigración brutal (peninsular y extranjera) para trabajar en un sistema de turismo masivo que necesita toda esta gente. Si queremos cambiarlo, no queda otra que toda esta gente que vino a trabajar en este sistema, tengan que volver a su tierra. Un porcentaje podrá reinventarse y seguir trabajando, pero habrá otro que no le quedará más remedio que irse, ya que el cambio de sistema (si finalmente algún día se produce) no puede absorber esta cantidad masiva de trabajadores dedicados al único sector al que se le ha dado bola todos estos decenios.
No es tracta de crear riquesa ò fer créixer l'economia, es tracta de distribució de la riquesa i decreixement. Cal cercar les fórmules que permetin crear milers de llocs de feina que permiten viure amb dignitat i no de subvencions i ajudes públiques. Cal fer pagar impostos per les emissions de gasos d'efecte hivernacle i bonificar totes les activitats productives que no generen o generen poques emissions.