Varios aviones de la flota de la compañía aérea Ryanair estacionados en las pistas del aeropuerto.  | Europa Press

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Las amenazas de huelga que planean sobre el sector aéreo pueden dibujar un escenario caótico en los aeropuertos baleares en plena temporada alta, cuando se prevé un flujo de vuelos lo suficientemente elevado como para marcar un récord histórico en las Islas. Sobre la mesa está ya la posibilidad de que los controladores aéreos de Palma se sumen a la huelga nacional del sector, cosa que decidirán el próximo 29 de junio. Además, las consecuencias de la huelga anunciada por los trabajadores de la aerolínea Ryanair pueden recrudecerse con la confirmación de que los trabajadores de su filial, la maltesa Lauda Europe, con base permanente en Palma, se unirán a las reivindicaciones.

La huelga afecta a los tripulantes de cabina y fue convocada el lunes por los sindicatos USO y Sitcpla después de que la empresa interrumpiera las negociaciones para la mejora de las condiciones laborales de su plantilla. La huelga se prolongará por espacio de seis días y se concentrará en los fines de semana de 24 al 26 de junio y del 30 de junio al 2 de julio. Según estimaciones de las agrupaciones sindicales, en lo tocante a la operatividad en Balears los parones afectarán a cerca de 300 trabajadores de ambas compañías y unos 15 aviones, que pueden llegar a comprometer hasta cerca de 50 vuelos.

Para conocer cuál será la afectación real queda esperar a la reunión que ambas partes deben mantener con Aviación Civil para determinar cuáles serán los servicios mínimos. Ernesto Iglesias yManuel Lodeiro, portavoces de USO y Sitcpla respectivamente, aseguran que «en ningún caso se van a permitir las infracciones que Ryanair cometió en huelgas anteriores», llegando a decretar servicios mínimos del 100 % en 2019 que la Audiencia Nacional, tal y como recuerdan, acabó señalando como ilegales y por lo tanto nulos. «No creo que sean nuestras últimas huelgas si la empresa continúa con esta actitud chulesca», señala Lodeiro. Además de Palma e Ibiza la aerolínea mantiene bases en otras ocho ciudades españolas: Madrid,Málaga, Barcelona, Alicante,Sevilla, Valencia, Girona y Santiago de Compostela. Se estima que el total de trabajadores afectados rondará los 1.400, aunque se quejan de que ese es siempre un cálculo aproximativo, dado que «la empresa siempre ha mostrado una total opacidad a la hora de facilitarnos esos y otros datos que le solicitamos».

Por lo que respecta a los controladores aéreos de Palma, estos decidirán el próximo 29 de junio en Barcelona si se suman finalmente a la huelga nacional. Además, el día 28, el director general de Enaire, Ángel Luis Arias, junto con los directores de Servicios de Navegación Aérea, Personas, Sistemas y el equipo directivo de Enaire en Baleares vendrán a Palma para explicar a los representantes sindicales y a los trabajadores el proyecto que quiere llevar a cabo Enaire en la torre de control. El gestor público de navegación aérea invertirá 30 millones de euros en la remodelación, ampliación y equipamiento de última generación en el centro de control de Palma, cuyas obras comenzarán este otoño y se prolongarán hasta finales de 2023.

Enaire y el Gobierno central han desestimado la reivindicación planteada por el comité de empresa del centro de control aéreo y torre de Palma, ya que solicitaron la construcción de un nuevo centro de control en Son Bonet para optimizar la inversión global y no tener problemas de espacio, más aún cuando AENA hará coincidir las obras con las de modernización del edificio terminal del aeropuerto, que cuenta con un presupuesto global de 200 millones de euros.

El apunte

Ayudas europeas para mejorar la competitividad turística en Baleares

El Consejo de Ministros aprobó este martes la inversión de 110 millones de euros de los fondos europeos Next Generation para la mejora de la competitividad turística en Balears, Canarias, Ceuta y Melilla. El conseller de Turisme,Iago Negueruela, agradeció el compromiso gubernamental y subrayó que estas ayudas representan una oportunidad para «transformar nuestro destino en una economía circular que proteja nuestro medio ambiente».