«Las personas que toman antidepresivos se enfrentan al riesgo de sufrir el síndrome de discontinuación, que ocurre en las primeras 24 a 72 horas después de suspender el tratamiento, y en ocasiones, al reducir las dosis», ha apuntado March. En este sentido, ha precisado que «normalmente aparecen si has estado tomándolos durante más de cuatro a seis semanas. Ciertos antidepresivos son más propensos a causar síntomas de abstinencia que otros».
¿Qué síntomas pueden provocar?
El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva ha detallado que los síntomas suelen ser leves y de corta duración, pero en algunas ocasiones pueden ser intensos y generar problemas físicos y mentales. «Dejar de tomar un antidepresivo de forma repentina puede causar síntomas en uno o dos días, tales como ansiedad, insomnio o sueños vívidos, dolores de cabeza, mareos, cansancio, irritabilidad, síntomas similares a los de la gripe (como músculos doloridos y escalofríos), náuseas, sensaciones de descarga eléctrica y reaparición de los síntomas de depresión».
March ha querido dejar claro que «tener síntomas de abstinencia de los antidepresivos no significa que una persona seas adicta a un antidepresivo. La adicción representa cambios químicos dañinos a largo plazo en el cerebro; se caracteriza por antojos intensos, incapacidad para controlar el uso de una sustancia y consecuencias negativas del uso de esa sustancia. Los antidepresivos no causan estos problemas». No obstante, ha reconocido que «a veces es difícil diferenciar entre los síntomas de abstinencia y los síntomas de depresión que pueden regresar después de dejar de tomar un antidepresivo».
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