Pere Joan Pons durante la entrevista en la sede del PSIB.  | Teresa Ayuga

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El diputado del PSOE por Balears Pere Joan Pons (Palma, 1970) es también, desde la semana pasada, uno de los vicepresidentes de la Asamblea parlamentaria de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCEPA, en sus siglas en inglés). Fue elegido en la asamblea que se celebró en Birmingham (Reino Unido) y que se centró en la situación creada tras la invasión de Rusia, país que pertenece a esa organización y a la que, en opinión de Pons, debe seguir perteneciendo. A diferencia de la OTAN, la OSCEPA no es una organización militar. Por edad, su nuevo vicepresidente, no tuvo ocasión de votar en el referéndum de 1986 que decidió el ingreso de España en la Alianza Atlántica y que removió, en su momento, las costuras del PSOE.

¿Qué hubiera votado?
— No lo sé. Por suerte, ya pasó. Viví aquello como preadolescente, hacía primero de BUP y sí, es cierto que en casa había opiniones encontradas. Prefiero quedarme con mi primer recuerdo político en la incorporación a la Unión Europea. Soy un claro europeista.

El debate sobre la OTAN sigue.
— Es curioso pero la OTAN se ha reactivado, acelerado y movilizado a partir de la invasión por parte de un país  [se refiere a Rusia] que se había marcado como objetivo alejarla de sus fronteras y lo que ha conseguido es lo contrario. La OTAN es ahora una organización de defensa.

¿Cómo encaja la OSCEPA en el actual momento bélico?
— Su fuerza es el diálogo, la colaboración y la mediación. Estuve en Kiev hace dos semanas y la idea de todos los países que participaron en la delegación es que hay que buscar soluciones.

Rusia pertenece a la OSCEPA y no asistió a la última asamblea
— No pudo estar porque el Reino Unido les bloqueó los pasaportes para entrar en Birmingham. La delegación rusa había explicado en la asamblea anterior, la de invierno, que su operación en Ucrania era para desnazificar.

¿Debe seguir en la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa?
— Hay un debate abierto sobre su expulsión, que es algo que defiende Ucrania y otros países. Mi opinión es que es mejor que continúe dentro. Igual que forma parte del consejo de seguridad nacional de las Naciones Unidas.

¿Está ganado Rusia esta guerra como consideran algunos?
— Creo que no. Rusia está aislada por una respuesta rápida y contundente de la Unión Europea. Es la opinión que le expresé al presidente del Parlamento ruso.

¿Cómo llega un mallorquín a vicepresidente de una organización internacional?
— Soy el jefe de la delegación del Parlamento español en la OSCEPA desde 2018 y he presidido la comisión sobre el cambio climático. Había siete candidatos para ocupar cuatro de las vicepresidencias que se renovaban.

Usted es diputado por Balears. ¿Le deja tiempo su agenda para ocuparse de las Islas?
— Soy el portavoz de cuestiones relacionadas con la UE en el Congreso y llevo el plan de resiliencia y recuperación. Eso es muy importante para Balears. Yo llevó las cuestiones que afectan a Balears en todos los foros en los que participo, en el Congreso y fuera. A veces lo hacemos mejor y, a veces, peor. Balears recibe cada año 20 millones de turistas y, lógicamente, eso exige tomar medidas. Tenemos que mitigar los impactos negativos pero el nuestro es un modelo de éxito y se conoce en todo el mundo. No hace falta explicar dónde está Balears. Mire, un miembro de la delegación de Ucrania me contaba durante la última asamblea que había estado en Formentera. Por eso es fácil de explicar que tenemos problemas en vivienda y que hay que actuar en la transición energética.

Usted ha sido jefe de gabinete de la presidenta Armengol y, además de diputado, es dirigente del PSIB. El próximo es un año electoral. ¿Estamos ante un cambio de ciclo político?
— Quedan diez meses para las elecciones autonómicas y prácticamente un año para las generales. En esta legislatura han pasado muchas cosas. Diría que esta es una legislatura de metas volantes y que el principal partido de la oposición dice que las va ganando todas.

¿Y no es así?
— No ha habido elecciones en la España periférica. Lo que sí tengo claro es que el Partido Popular hace oposición de manera permanente, que va con el no a todo, también en el caso de Balears. Lo que se dilucidará en las autonómicas de 2023 es si queremos seguir con el modelo de diálogo e igualdad, apuesta por lo público y prioridades definidas y claras en política social. Han sido siete años de paz social en Balears y el supuesto cambio del Partido Popular todavía está por ver. En la crisis actual, hay que recordar que cuando todavía no habíamos salido de la pandemia enlazamos con la que ha generado la invasión de Ucrania por Rusia, pero vale la pena enfatizar que el Govern de Balears es un ejemplo claro de cómo se da respuesta a una crisis.

Atrévase con un pronóstico
— No me atrevo con los pronósticos. Vea lo que ha pasado en poco tiempo: desde el ‘no es no' de Pedro Sánchez y no abstenerse en la investidura de Rajoy. De cómo se fue y cómo volvió. Después la pandemia, después la crisis, la guerra. Y una respuesta social sin precedentes. Creo que hemos hecho los deberes pero siempre digo que nada está ganado. Ya veremos.