Sobre las 13:00 horas, un centenar de personas se han reunido frente a La Seu. Allí han querido hacer una «nueva llamada de rescate» a la comunidad internacional. Banderas ucranianas, pancartas diseñadas por muchos de los niños que han asistido al encuentro y una serie de fotografías impresas que muestran la dureza de la guerra, eran algunos de los elementos que los allí presentes portaban.
Durante la concentración también se exigió «la libración» de los combatientes ucranianos que se atrincheraron durante 80 días en la planta siderúrgica Azovstal, en Mariúpol, y que actualmente se encuentran en paradero desconocido. «El ejército ruso no cumple con la Convención de Ginebra y las organizaciones internacionales encargadas de hacer cumplir la ley no tienen acceso a los soldados ucranianos capturados», explicaba una de las manifestantes.
Ucrania conmemoró este miércoles su Día de la Independencia en un ambiente tenso, ante el temor a nuevos ataques rusos tras las recientes operaciones en la anexionada península de Crimea y seis meses después del inicio de la invasión rusa. Zelenski dirigió un saludo a la nación y aseguró que Ucrania no iniciaría negociaciones por miedo. «¿Cuál es el final de la guerra para nosotros? Antes decíamos: paz. Ahora decimos: victoria. No buscaremos un acuerdo con los terroristas», afirmó el líder ucraniano.
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