Imágenes de algunos de los ciudadanos encuestados por Ultima Hora. | Marina J. Ramos

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Septiembre es sinónimo de vuelta al trabajo. Se cambian los despertares sin alarma por las prisas matutinas; las vistas marítimas por la luz de oficina y la despreocupación por una agenda repleta de tareas. Las posturas se dividen entre a quienes les sirve para recargar pilar y retomar el trabajo con energía y los que sufren del llamado síndrome postvacacional. Christian Martín es de los primeros. Tras cinco semanas libres de horarios, en compañía de familia y amigos, está preparado para volver al trabajo con ganas: «Las vacaciones te sirven para reconectar y volver con más fuerza». Sara Charles, dependienta en un local de la calle Jaume III, en Palma, «tenía ‘mono' de tienda. Quería ya volver» tras una quincena de relax. Por contra, otros se adaptan al cambio, aunque a regañadientes: «Cuesta despertarse, volver a coger los ritmos y seguir sobrellevando casa y niños», asegura Noelia Abraham, sanitaria. Es el sentir de a quienes el verano les ha sabido a poco. Y no son pocos.

Sin vacaciones

Debido a la coyuntura que vive Mallorca con el turismo, media isla aún no ha podido disfrutar de los anisados días libres. Para la Mallorca del sector turístico, es ahora cuando el flujo de trabajo empieza a aflojar y el descanso se perfila más cercano: «En el restaurante estamos escasos de personal y este verano ha tocado arrimar el hombro», confesaba el cocinero Alejandro Cabrera. Lo han tenido también difícil los autónomos como Marta Riera, quien no ha cogido vacaciones porque, de lo contrario, pierde beneficios, cosa que «hoy por hoy no me lo puedo permitir, estando todo como está».

También hay los que, pese a que pueden, rechazan librar en verano, como Carmen Macià, trabajadora en la administración pública: «No es buen momento para viajar. Hay gente por todo y teniendo las playas que tenemos, no me voy a ir a ningún lado». Así, este septiembre lo pasará viajando, ente Islandia y Cuba.