El déficit de profesionales se cubre con las horas extra de quienes están en plantilla.  | Teresa Ayuga

TW
30

Para que la población de Baleares tenga una atención de enfermería similar a la del resto de los países de Europa, en la sanidad (tanto pública como privada) tendrían que contratarse hasta 3.107    profesionales más. Si bien la plantilla de enfermeras    colegiadas y no jubiladas es de 7.008, se calcula que deberían ser 10.115 para llegar al nivel europeo, algo que, en España, sólo sucede en la Comunidad de Navarra.

Y es que el Archipiélago es la quinta autonomía con la ratio más baja de enfermeras, según hizo público ayer el Consejo General de Enfermería. En Baleares hay 5,7 profesionales por cada mil habitantes, mientras que el conjunto estatal es de 6,3. Por otra parte, desvelaron que España ocupa el sexto lugar por la cola dentro de la Unión Europea, donde la ratio es de 8,7.

«Siempre ha sido así», afirma la presidenta del Col·legi d'Infermeria de Balears (COIBA), María José Sastre, quien asegura que aunque con la COVID se han contratado a más profesionales, apenas ha repercutido en subir dos décimas de una ratio «insuficiente para una población con la esperanza de vida alta y con tanta cronicidad y dependencia». Sastre pone el acento en que, a pesar de las contrataciones, «la plantilla estructural no ha aumentado, que sería lo más interesante». Desde el COIBA instan a Salut a poner más recursos. «Se necesitan mejoras laborales, bajar la temporalidad, dar estabilidad... Y no sólo afecta a lo económico también hay que reducir las rotaciones», añade.

Desde el Sindicato de Enfermería lo tienen claro. «Es verdad que se han estabilizado a enfermeras pero aún así en verano se quedaron 120 contratos  sin cubrir y desde la pandemia se compensa el déficit con    miles de horas extraordinarias», explica el secretario general, Jorge Tera, quien pide que hagan las plazas más atractivas. «Lo ideal sería tener estas 3.000 más y que se pudieran cubrir sustituciones, para que la gente tuviera solo un trabajo, porque el sistema no está pensado para que se hagan horas extra», añade. De hecho, explica, en Balears se ha llegado a regular con una normativa que las enfermeras del IB-Salut puedan trabajar también en centros concertados o privados.

Necesidades reales

Otra de las observaciones que arrojan los responsables del Consejo General es que España debe elaborar un informe de necesidades reales de enfermeras que evalúe el envejecimiento, la natalidad o la dispersión geográfica. En este sentido, Maria José Sastre apunta a que en las Islas el déficit es más pronunciado en los hospitales que en Atención Primaria donde también es deficiente. Pero si hay un sector alarmante es el de las residencias (sobre todo privadas) para personas mayores. «Hay casos con una enfermera por cada 80 o 100 internos», señala.

Punto de vista
Germà Ventayol

Están todas en el extranjero

Germà Ventayol

El déficit de enfermeras en Baleares, y el resto de España, tiene una raíz muy conocida: los salarios atractivos en el extranjero. La buena preparación garantiza a nuestras profesionales el acceso a puestos de trabajos en unas condiciones que la sanidad española, tanto la pública como la privada, no ofrecen. ¿Soluciones? No parecen sencillas, y quizá también nosotros tengamos que ir a buscar profesionales en el exterior.

Las claves
  1. El SATSE pide una ley de ratios para establecer máximos

    En diciembre de 2020 el Congreso admitió a trámite una iniciativa popular con 700.000 firmas conseguidas por el Sindicato de Enfermería para regular las ratios mínimas y máximas de enfermeras en todos los ámbitos, como sucede en educación, pero denuncian que está paralizada.

  2. La pandemia dejó al descubierto el déficit de enfermeras

    «Aunque haya muchos que quieran negarlo, nuestro sistema sanitario colapsó en los peores momentos de la COVID-19. La falta de enfermeras obligó a contratar a estudiantes, jubilados... Se trasladó al personal a ámbitos tan específicos como cuidados críticos...», reconoció el Consejo General.

  3. Aumentan las jubilaciones: más de 200 en dos años

    Según la presidenta del Col·legi d’Infermeria, María José Sastre, la tasa de reposición de enfermeras no basta. «Normalmente se jubilan entre 50 y 60 cada año, y en los dos últimos han sido más de cien por ejercicio», explica. «Hay que atraer a profesionales de fuera, las de aquí no son suficientes».

  4. Incremento de plazas para estudiar Enfermería   

    Enfermería es uno de los grados más solicitados en las Islas. La UIB acaba de ampliar 30 plazas la formación a partir de este curso. Además, el Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez (CESAG) ha empezado a impartir el grado con 50 plazas. Los resultados no se verán hasta pasados cuatro años.