Pilar García, veterinaria especializada en adiestramiento y comportamiento animal.

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Veterinaria especialista en etología clínica del centro Etovet (especializado en problemas de conducta y adiestramiento), Pilar García, habla de las claves para prevenir los ataques de perros a otras especies animales y también a niños. Los tres primeros meses de vida de tu mascota son claves para evitar incidentes. Prevenir es posible, reeducar mucho más complicado.

¿Por qué los perros atacan al ganado?
—Para empezar hay que pensar que el perro es un carnívoro que caza. Aunque doméstico, viene del lobo y de otros cánidos que han seguido cazando para alimentarse. Ahora es lo que llamamos un carnívoro no estricto, carnívoro con preferencias carnívoras. La caza es una conducta específica de especie aunque luego hay diferencias entre las distintas razas. Por ejemplo, no se puede comparar un maltés con un Husky, pero cualquier raza puede mostrar esa conducta. A menor tamaño del perro, más pequeña es la presa.

¿Qué se puede hacer para prevenir un ataque?
—Hay varios factores importantes. El instinto de caza viene genéticamente determinado, un perro no necesita haber visto cazar para convertirse en cazador, pero hay distintos estudios que indican que se produce un proceso de aprendizaje. Por ejemplo si han visto a la madre realizar esa conducta primero hay más posibilidades de que repitan el patrón. Dicho esto, cualquier perro (sin haber aprendido a cazar) si tiene una necesidad alimentaria llegará a hacerlo.

¿Crece el riesgo cuando se mueven en grupo?
—Los perros en grupo pueden imitar y si uno comienza a atacar el resto pueden causar destrozos importantes. Es lo que llamamos la facilitación del grupo. No obstante es importante saber que en general no lo van a hacer así porque sí, tiene que darse una oportunidad y un aprendizaje.

¿Cuál es el detonante para que un perro ataque?
—Lo primero que hay que preguntarse es: ¿Que ataque a qué? Porque hay muchas diferencias. Dentro de las agresividades hay diferentes tipos que cambian según el autor. Hay causas afectivas (el miedo, la frustración, la ansiedad, la territorialidad..) y causas no afectivas (predatoria). En las causas afectivas intervienen distintas zonas cerebrales. La socialización del perro, que finaliza a los tres meses de edad, es determinante. Esos tres meses son el periodo en el que un perro conoce a las especies que formarán parte de su vida y no las considera presas. Para que no considere a las ovejas como presas tendrá que convivir con ellas en sus primeros tres meses de vida y así desarrollará una conducta de pastoreo. Con los niños y bebés pasa lo mismo, pueden ser considerados presas si el perro no ha tenido contacto con niños y bebés en sus primeros tres meses de vida.

Una vez que un perro ha matado a un animal, ¿crece el riesgo de que ataque a un niño?
—La pregunta es ¿ese perro está bien socializado con niños? Si sabemos que no y ha matado a una oveja estamos ante un riesgo muy importante de que considere al niño una presa y repita su conducta. Valoramos los casos uno a uno. No siempre atacará de nuevo a una oveja pero es seguro que seguirá intentándolo.

¿Se les puede reeducar?
—Es de las agresividades más difíciles de tratar y de las que tiene peor pronóstico. Por eso es tan básico el periodo de socialización, asegurarse de que comparte momentos de su vida con las especies que queremos que no sean presas. También es importante con bebés. La prevención mediante la socialización es lo que nos ofrece más garantías, pero no nos da garantías al 100 %.

¿Qué otras medidas se pueden adoptar?
—Si no se ha hecho la socialización de forma adecuada en los tres primeros meses de vida es importante que el perro no tenga acceso, que no tenga la oportunidad de atacar. Un perro que no ha convivido con ovejas deberá ir atado en los paseos y estar en una finca bien cerrada y con control. Si tiene el instinto, es probable que no lo puedas frenar. Nosotros en Etovets trabajamos la obediencia exquisita que es un método muy consistente. A través de un silbido se busca que el perro obedezca y reciba a cambio una recompensa impresionante. Un factor que no se puede olvidar tampoco es la importancia de que los perros tengan mucha estimulación en casa así reduces el riesgo de que intenten escapar, por ejemplo. Lo cierto es que faltan lugares donde soltar a los perros y que reciban esa estimulación. Sería bueno proveer de zonas de montaña bien cerradas para su estimulación y en cambio cada vez está más acotado el ejercicio al aire libre para los perros. La realidad es que hay muchas mascotas y la convivencia tiene que ser mutua.