Desde finales del año 2020 se ha implementado la invitación telefónica por SMS, con el que la mujer recibe un mensaje comunicándole la cita para la mamografía, día, hora y lugar. | R.L.

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El programa de cribado de cáncer de mama por el cual se cita a mujeres de entre 50 y 69 años para realizar una mamografía preventiva se quedó congelado unos meses durante 2020. Tras esa época, la prioridad ha sido tratar antes que prevenir, por lo que los efectos del parón persisten y Balears no ha conseguido volver a citar a las 40.096 personas llamadas al cribado en 2019. La reducción en el primer año pandemia fue del 35 %, cuando se convocó a 25.974 mujeres, y el año pasado las mamografías preventivas seguían un 23,3 % (14.122) por debajo de lo considerado normal. La directora general de Salut Pública, Maria Antònia Font, reconoce que la pandemia afectó a los cribados por dos motivos.

Por un lado, «hay un repunte de actividad asistencial a todos los niveles que repercute en las citas de mamografía de cribado porque la tecnología también se utiliza para el diagnóstico», así pues «hay que equilibrar las citaciones de prevención, con las de sospecha de enfermedad». Y por otro lado, para contrarrestarlo, «analizamos por qué la participación era tan baja, por debajo del 70 % , que es lo recomendado por el Ministerio». Lo que vieron es que la invitación a las participantes a través del correo postal era insuficiente, «por lo que pasamos a citar por SMS». Y la respuesta ha sido abrumadora, en 2021, de las 30.741 mujeres llamadas a participar en el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama, 25.321 (un 82,37 %) acudieron a realizarse la mamografía. A todo esto, se trabaja en la mejora de registro de datos compartidos entre el IB-Salut y la dirección general de Salut Pública.

«Hacemos un trabajo artesanal para describir la población diana, hay que comprobar mujer a mujer y registrar a las que están exentas de programa porque se lo han hecho por otro tema. Ahora es un esfuerzo porque no tenemos adecuados los programas informáticos, pero en 2023 los tendremos». La asignatura pendiente será recuperar la citación con el objetivo de llegar a cifras prepandémicas. «Ahora tenemos un mamógrafo más y queremos llegar a nueve para alcanzar las 40.096 llamadas. En 2022 ya sabemos que seguro que superamos las 30.000», explica Maria Antònia Font. El reto ahora es no interferir con la demanda de pruebas diagnósticas por sospecha porque «no hay que olvidar que el cribado se hace en población sana», añade.

El apunte

Baleares no se plantea rebajar la edad del cribado

El programa de cribado de cáncer de mama se hace cada 2 años a mujeres de 50 a 69 años, aunque hay una gran controversia acerca de la necesidad de iniciarlo entre los 40 y los 49 años, algo que varias comunidades ya han aprobado. Balears sigue la definición del Ministerio y, de momento, no se lo plantea.