Imagínense vivir en 106 centímetros de longitud y una anchura de 142. Este es el espacio que tiene Juan Antonio Cantero como ‘hogar' desde hace unas semanas. Se trata de un Peugeot 308 en el que se pasa las horas muertas en un parking del barrio palmesano del Rafal. A veces lo cambia de lugar para que la gente no se moleste. Los asientos posteriores están copados por bolsas con sus enseres y cualquier espacio es bueno para guardar sus cosas; el cajón lateral de las puertas es su balda para dejar los producto de higiene. Todo bien organizado.
Juan Antonio lleva una semana y media viviendo en este coche. Pero diez días antes estaba ingresado en el Hospital Psiquiátrico tras sufrir un brote psicótico. «Tengo 49 años y no sé cómo he llegado a esta situación. Hace año y medio tenía un trabajo estable y vivía con mi pareja, ahora no tengo nada», explica este hombre entre lágrimas.
En la calle
La pandemia ha sido dura para cualquiera que haya trabajado en el sector de la restauración, pero nada comparado con lo que está viviendo Juan Antonio ahora. Su vida comenzó a torcerse tras el fin de las restricciones, cuando volvió a su trabajo como camarero en un bar de Marratxí. Sin previo aviso, comenzaron a fallarle las piernas. «Ya tenía lumbalgia crónica, a esto se sumó el diagnóstico de fibromialgia de grado 3», explica Juan Antonio, que de un día para otro se vio sin paro y sin ingresos. Se vino abajo mentalmente y comenzó a beber más de la cuenta. La combinación de la medicación y el alcohol le provocó una brote psicótico; de ahí a a estar ingresado diez días.
Al salir, su ex le esperaba con sus cosas en la puerta. «Y no la culpo. Lleva un año manteniéndome. Normal, se ha cansado de que no aporte nada en casa». Sin dinero, se ha visto obligado a resguardarse en el coche de un familiar. No tiene a quién acudir. No tiene relación con su familia, y a sus tres hijos, de 13, 17 y 22, prefiere que no le vean en su situación actual. «Me da mucha vergüenza que e vean así», confiesa.
«Me siento abandonado por las instituciones. He cotizado durante 23 años y nadie te da una solución. Yo tenía una vida hace un par de años, ahora las manos vacías. En Servicios Sociales me han dicho que puedo ir a dormir en un albergue, pero no quiero. Es más seguro quedarme en el coche que meterme ahí», apostilla Juan Antonio, que se desplaza con muletas porque, asegura con pesar, «si ando un metro me caigo redondo. No me responden las piernas. Ya no parezco una persona».
19 comentarios
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Antonio BibiloniEl artículo trata sobre el desafortunado hombre que estaba ingresado en el Hospital Psiquiátrico tras sufrir un brote psicótico y estoy seguro de que agradecería su experiencia sobre el tema escrita en comentarios anteriores. Sería mejor dejar fuera las opiniones políticas de los derechistas. Gracias.
Antonio BibiloniQué vergüenza ver la retórica habitual de la derecha que es incluso más derechista que el alemán del bigote corto y aún más loco que él. Afortunadamente, aquellos que respaldan a esos lunáticos son muy viejos y no estarán por mucho más tiempo. La democracia llegará para quedarse.
Este señor lleva todo el verano viviendo en una caravana detrás del lidel de calle aragon , su mujer que así se describe ella baja cada noche a estar con él, en la caravana está él y su perro malinois muy guardian él.Las veces que lo he visto estaba muy cuerdo exceptuando hace unos 15 días que lo vi con muletas .
En los bares tomando cañas y hablando tonterías estamos creando un gran país. ¡Vamos españolisto, eres de todo menos listo
Al capitalismo salvaje se a sumado la actual dictadura de los políticos y el bienestar de los funcionarios, este es el resultado.
¿Y el IMAS qué hace? Si llega a gobernar el PP a este pobre señor lo entrevista también La Sexta.
Por qué hace 30 años la vida parecía mejor? había delincuencia, sí, gente pobre que vivía en la calle también. Tampoco es que fuese barata la vivienda pero quien mas y quien menos podía permitirse comprar una si tenia trabajo, lo de ahora mismo es inaudito.
Quina llàstima arribar a aquesta situaciò.... Ens por pasar a qualsevol....
@ Antonio Bibiloni, en tiempos de Franco, como te encontrasen por la calle mal vestido o con el pelo largo, existia la ley de vagos y maleantes y te metian en prisión, no me cuentes historias para no dormir, este Sr. esta mal y necesita ayuda, y las instituciones se la daran, y no tiene nada que ver una cosa con la otra, en aquellos tiempos muchos trabajadores no tenian seguridad social, y ahora se encuentran en la miseria, hoy todas los españoles tenemos seguridad social, y lo unico que ocurre en todo el mundo es que estamos sufriendo una crisis tremenda, tambien la sufrieron nuestros padres despues de la posguerra, que este Sr, reciba la ayuda necesaria, para tener una vida digna, y que por fin acabe esta pesadilla que esta viviendo.
Cambio climáticoImagina si no llega a ser así.