Anna Pollock es una gurú del turismo, fundadora de Conscious Travel (Viaje Consciente), una organización que defiende un enfoque holístico e integral para desarrollar un turismo que maximice los beneficios positivos para residentes y visitantes. En este reportaje explica sus principios para transformar la industria turística.
Modelo obsoleto
Sostiene que el actual modelo ha quedado obsoleto, no solo en Mallorca o Balears, sino en muchos destinos de todo el mundo. «Es importante saber encontrar un punto medio, que un territorio sea un buen lugar para vivir y un buen lugar para visitar, que combine calidad paisajística, medioambiental y social que beneficie a todos». En este contexto, asegura que «está muy bien hablar de sostenibilidad pero el verdadero significado de sostenibilidad es sostener lo que tenemos. El simple hecho de retocar el modelo con la excusa de que será suficiente para garantizar que los turistas sigan viniendo a un destino como Mallorca, por ejemplo, es un enfoque equivocado. Tenemos que pensar y hablar de regeneración». «Tenemos que reconocer que el motor económico basado en el turismo, tal como se aplica hoy, es insostenible y que esta idea está entrando poco a poco en la conciencia general».
Un sector vulnerable
«En tiempos de cambios tan rápidos y radicales en todos los frentes (medio ambiente, economía política, sociedad y tecnología), el turismo es mucho más vulnerable de lo que se cree, por eso es importante trabajar para cambiar la mentalidad de la sociedad. Y esto implica tomar decisiones difíciles, y hay que poner sobre la mesa una pregunta fundamental: ¿Cómo puede contribuir el turismo a la vitalidad y el florecimiento de la gente y la naturaleza de este lugar?, se pregunta Pollock. «Es como si el sector estuviera atrapado entre la espada y la pared. El éxito económico trae consigo problemas de congestión, resentimiento de los residentes locales, estrés medioambiental y es el punto de partida de un largo proceso de declive en el grado de satisfacción de los visitantes».
El tsunami
La experta compara la situación de muchos destinos y la demanda de los mercados a un «tsunami que no podemos controlar. Los tsunamis causan daño». Por eso, asegura, un pequeño pero creciente número de analistas de dentro y fuera del ámbito del turismo está dedicando «su tiempo, su imaginación y su capacidad intelectual a concebir estrategias que permitan conseguir beneficios para todos los actores (empresarios, huéspedes, residentes) involucrados en el negocio turístico».
A su entender, el turismo tiene el potencial de convertirse en un agente de transformación positiva que puede contribuir a una mejor calidad de vida. «El turismo no es un juego de números. El mundo se está convirtiendo en un lugar frágil. El ejemplo perfecto es el cambio climático. Cuando la naturaleza sufre, reacciona de manera extremadamente violenta y estamos viendo eso. Estamos tratando de corregirlo desesperadamente y el turismo tiene un papel importante que jugar en eso. Los gobiernos pueden introducir todo tipo de medidas para tratar de abordar el cambio climático, pero, ¿qué hace el sector privado?
Turistas contra turistas
Durante los 45 años en los que Anna Pollock ha trabajado por introducir la idea de la regeneración en todo el mundo, ha llegado a una conclusión que invita a la reflexión: «a los turistas no les gustan los turistas. Cuando intentas hacerte una foto en un destino superpoblado y saturado, es más que probable que otro turista se cruce en tu camino y te impida hacer una foto. Esto provoca que la experiencia de ser turista, visitando y explorando destinos pueda resultar frustrante».
Estadísticas y calidad de vida
«A menudo nos llegan informes sobre el número de visitantes que recibe un territorio y cifras imprecisas de lo que gastan y aportan a las economías locales, pero hay mucho más que eso. Hay que pensar en la calidad de vida, la del turista y la de la gente que vive y trabaja en ese destino. No puede ser que a los residentes locales se les cobre precios turísticos y que se les trate como turistas. Tiene que haber un beneficio neto para la comunidad local y la sociedad en su conjunto, de lo contrario se pueden generar reacciones negativas, resentimiento hacia la industria turística. No es saludable, pero puede ocurrir en destinos que simplemente siguen la ruta de la sostenibilidad, cuando hay que hablar de regeneración».
Conservar la esencia
«Los destinos no pueden perder su esencia, sus tradiciones. En un destino como Mallorca, donde el 80 % de la economía depende del turismo, no podemos adoptar soluciones mecánicas». Es capital, asegura Pollock, que «exista voluntad de aprender. Tenemos que buscar las causas de fondo de muchas situaciones y regenerar los maravillosos destinos que hemos perdido por el turismo de masas. Si se gestiona adecuadamente, el turismo proporciona enormes beneficios. Pero por su naturaleza, puede ser una industria extractiva y si se ha consolidado como lo ha hecho en un destino como Mallorca, que se ha convertido en líder mundial, llega el momento de replantearse que los viejos modelos hacen más daño que bien».
El destino perfecto
«Mallorca es uno de los destinos turísticos más perfectos del mundo: clima, paisaje, costa, entorno, pero me temo que está llegando a un punto de inflexión y no puede seguir creciendo eternamente. El hecho de que haya tenido un gran éxito en el pasado, no significa que lo tenga en el futuro. Su actual senda traerá problemas».
«Hay que ser más inteligentes, estar más en sintonía con la naturaleza y la sociedad. Mallorca se está llenando y hay que recordar que aunque el mundo es extremadamente grande, cada vez es más pequeño gracias a la tecnología y los viajes. Hay muchos lugares que visitar y, con una población mundial en crecimiento, el mercado turístico potencial no dejará de crecer. Hay que pensar en la mejor manera de gestionar, preservando lo que es propio del destino. Mallorca tiene la maravillosa Serra de Tramuntana. Pero ¿cómo son los profesionales que reparan y construyen muros de piedra seca, por ejemplo? ¿Cómo se siente el personal de la hostelería? ¿Están bien atendidos? ¿tienen una buena calidad de vida? ¿Los residentes están contentos?
El apunte
Especialista de larga trayectoria
El currículum de Anna Pollock es extenso y sobresaliente. Creó la primera oficina de servicios de procesamiento de textos de Canadá; cofundó y codesarrolló el primer sistema de gestión de destinos digitales del Reino Unido; asesoró a la Unión Europea para la aplicación de tecnología de la información; y preparó el primer documento de debate sobre el impacto del cambio climático en el turismo para la industria canadiense, por citar solo algunos hitos de su trayectoria. Pollock trabaja desde West Midlands, Inglaterra, pero están constantemente viajando para ayudar a los destinos turísticos a regenerarse.
Mallorca no puede seguir siendo el destino de la población de aluvión que viene de la España vaciada. Esta es responsabilidad de la administración pública. Es auténticamente delirante que el 60% de la España tenga un indice de población casi igual e incluso en algunas zonas inferior al de Laponia. Es de locos. Para comenzar a luchar contra la masificación, se tienen que dar alternativas en la España vaciada. Y esto pasa por reindustrializar España, dejar de ser una economía de servicios que lo compra casi todo a China. Agricultura e industria en la España vaciada es lo que frenará la masificación, el turismo viene, esta unos dias y se va. Pero la población fija está desatada y este es el principal problema. Además es una población desarraigada, con problemas de convivencia. Si no se dan alternativas. Al final serán los precios los que desmasificaran.
Las cosas como son. Si hoy hay hoteles horribles y si mallorquines vendieron a extranjeros desde hace mucho tiempo.
Y si el gobierno no supo retener dinero de los millones que se ganaba con el turismo para INVERTIR Y PROTEGER en medio ambiente - que es la playa y el mar que al fin del día atrae al turista - la culpa es única de mallorquines que no saben organizarse y cuidar su tierra.
No sé cuan gurú será esta señora pero para hablar de un tema hay que conocerlo e identificar a sus actores. El concepto que esta señora tiene de turista, un señor que visita lugares, interacciona con el entorno y por lo tanto lo modifica no se corresponde con el turista que recibimos. Nuestro turista es alguien que entra en un hotel y permanece en él la mayoría de tiempo y a lo sumo sale al pub más cercano. Pero, además, señora Pollock, el impacto medioambiental de un turista que visita un sitio masificado no es mayor que el que visita un entorno virgen. Esto es como esa gente que se opone a las prospecciones petroleras, y por ello se sienten ecologistas, pero no renuncian a viajar en avión, un buen coche o calefacción central. Solo hay una pregunta en este mundo: capitalismo ¿Si o no?
Margarita Pons PujolNada y para nada . . . No se trata de CERRAR Y HACER PISOS , se trata de "tirar" hoteles y "esponjar" el territorio de manera adecuada y que se corresponda al criterio de ocupación turística en función de los recursos disponibles, Y entre los "recursos" se cuenta con el "personal necesario" (ni más, ni menos). Y de entre los "consumidores", se cuentan tanto los turistas como el descomunal exceso de mano de obra. El médico que vd menciona, cuando la herida se cangrena, sabe que HAY QUE CORTAR POR LO SANO.
Nada que cierren los hoteles y que hagan pisos, y veremos que pasa sin turistas, lo probamos un año y después lo analizamos, el turista es igual que la muleta del cojo la odia pero la necesita, o el enfermo al que el médico le cura una herida no le gusta pero le necesita.
Y sólo están aquí unos días , imagínense a los que nacimos y vivimos en Mallorca. Sra Pollock, ha tardado vd mucho en darse cuenta . . . y descuide que de seguir así, las REACCIONES NEGATIVAS (como las describe vd ) van a hacer inviable la convivencia.
S'han de tomar hotels obsolets i que impedeixen la regeneració dunar. I hem de triplicar l'IBI als no residents. Les illes han d'estar al servei dels residents, de ningú més
El turismo degrada paso a paso, atacando su embrión, La Playa y sus Dunas, desde la administración del estado, la autonómica y la municipal. La primera carretera asfaltada que soterró el suelo dunar de Playa de Palma, Can Picafort y Cala Millor es obra del Estado. Sustituirla por rotondas de asfalto, adoquines, césped y vegetación del caribe es un proyecto y obra de las tres administraciones. Usar este mismo suelo público, la sepultura de la playa, para competir con la propiedad privada, drenar su actividad y expulsar la inversión de los locales, degradarlos, rotar su cierra y estacionaliza la oferta global del destino, también es obra del Estado. Los anexos estilo chabolista que ocupan el retranqueo y terrazas originas resultan de la actitud invigilante orientada al clientelismo que rige la política municipal. Revertir este proceso de degradación pasa por devolver a cada espacio su uso y estado original.
17 comentarios
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Mallorca no puede seguir siendo el destino de la población de aluvión que viene de la España vaciada. Esta es responsabilidad de la administración pública. Es auténticamente delirante que el 60% de la España tenga un indice de población casi igual e incluso en algunas zonas inferior al de Laponia. Es de locos. Para comenzar a luchar contra la masificación, se tienen que dar alternativas en la España vaciada. Y esto pasa por reindustrializar España, dejar de ser una economía de servicios que lo compra casi todo a China. Agricultura e industria en la España vaciada es lo que frenará la masificación, el turismo viene, esta unos dias y se va. Pero la población fija está desatada y este es el principal problema. Además es una población desarraigada, con problemas de convivencia. Si no se dan alternativas. Al final serán los precios los que desmasificaran.
Las cosas como son. Si hoy hay hoteles horribles y si mallorquines vendieron a extranjeros desde hace mucho tiempo. Y si el gobierno no supo retener dinero de los millones que se ganaba con el turismo para INVERTIR Y PROTEGER en medio ambiente - que es la playa y el mar que al fin del día atrae al turista - la culpa es única de mallorquines que no saben organizarse y cuidar su tierra.
Pues nada Rajoy diría: los turistas los eligen los turistas y son los turistas los que no quieren más turistas
Vaya Gurú, se ha roto la cabeza de pensar.
No sé cuan gurú será esta señora pero para hablar de un tema hay que conocerlo e identificar a sus actores. El concepto que esta señora tiene de turista, un señor que visita lugares, interacciona con el entorno y por lo tanto lo modifica no se corresponde con el turista que recibimos. Nuestro turista es alguien que entra en un hotel y permanece en él la mayoría de tiempo y a lo sumo sale al pub más cercano. Pero, además, señora Pollock, el impacto medioambiental de un turista que visita un sitio masificado no es mayor que el que visita un entorno virgen. Esto es como esa gente que se opone a las prospecciones petroleras, y por ello se sienten ecologistas, pero no renuncian a viajar en avión, un buen coche o calefacción central. Solo hay una pregunta en este mundo: capitalismo ¿Si o no?
Margarita Pons PujolNada y para nada . . . No se trata de CERRAR Y HACER PISOS , se trata de "tirar" hoteles y "esponjar" el territorio de manera adecuada y que se corresponda al criterio de ocupación turística en función de los recursos disponibles, Y entre los "recursos" se cuenta con el "personal necesario" (ni más, ni menos). Y de entre los "consumidores", se cuentan tanto los turistas como el descomunal exceso de mano de obra. El médico que vd menciona, cuando la herida se cangrena, sabe que HAY QUE CORTAR POR LO SANO.
Nada que cierren los hoteles y que hagan pisos, y veremos que pasa sin turistas, lo probamos un año y después lo analizamos, el turista es igual que la muleta del cojo la odia pero la necesita, o el enfermo al que el médico le cura una herida no le gusta pero le necesita.
Y sólo están aquí unos días , imagínense a los que nacimos y vivimos en Mallorca. Sra Pollock, ha tardado vd mucho en darse cuenta . . . y descuide que de seguir así, las REACCIONES NEGATIVAS (como las describe vd ) van a hacer inviable la convivencia.
S'han de tomar hotels obsolets i que impedeixen la regeneració dunar. I hem de triplicar l'IBI als no residents. Les illes han d'estar al servei dels residents, de ningú més
El turismo degrada paso a paso, atacando su embrión, La Playa y sus Dunas, desde la administración del estado, la autonómica y la municipal. La primera carretera asfaltada que soterró el suelo dunar de Playa de Palma, Can Picafort y Cala Millor es obra del Estado. Sustituirla por rotondas de asfalto, adoquines, césped y vegetación del caribe es un proyecto y obra de las tres administraciones. Usar este mismo suelo público, la sepultura de la playa, para competir con la propiedad privada, drenar su actividad y expulsar la inversión de los locales, degradarlos, rotar su cierra y estacionaliza la oferta global del destino, también es obra del Estado. Los anexos estilo chabolista que ocupan el retranqueo y terrazas originas resultan de la actitud invigilante orientada al clientelismo que rige la política municipal. Revertir este proceso de degradación pasa por devolver a cada espacio su uso y estado original.