Margalida Cañellas, Manuel Palomino y Francesc Albertín en rueda de prensa. FOTO: IB-SALUT | ARCHIVOS

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El IB-Salut ha definido la capacidad de Urgencias de cada hospital con la finalidad de poner en marcha una plan de contingencia en caso de picos de demanda asistencial por virus respiratorios. Esta situación sucede cada año aunque en éste se prevé más complicada porque además de la COVID y la gripe, existe un tercer virus que afecta más a los niños, el VRS, y cuya afectación ya va en aumento. En los supuestos en que se colapsen las Urgencias hospitalarias, el servicio del 061 coordinará un dispositivo para ir dándoles salida. Su función más relevante será la capacidad de derivar pacientes de un centro a otro en caso de saturación. «El 061 recibirá la información y decidirá dónde va cada enfermo», ha explicado el subdirector de Atención Hospitalaria, Francesc Albertí.

Esta labor, sin embargo, no es del todo nueva. El pasado miércoles Son Llàtzer ya tuvo que derivar a pacientes a Sant Joan de Déu por una situación complicada en las Urgencias. El sistema se consolida y pondrá en red a todos los hospitales, de manera que si por ejemplo sucediera en Manacor, el paciente podría ser trasladado a Son Espases. Eso sí, al recibir el alta, será también el mismo servicio de transporte sanitario quien le devolverá a su municipio de origen.

Los planes de contingencia de cada hospital son similares entre sí. Se mantiene la separación de circuitos para pacientes respiratorios y para quienes no lo son; se prevé acelerar el sistema de altas hospitalarias y la hospitalización a domicilio o se contempla la apertura de camas y contratación de profesionales, en caso de necesidad.

El objetivo, ha advertido el director general del IB-Salut, Manuel Palomino, es «dar atención de calidad a los enfermos con procesos invernales sin afectación de la actividad quirúrgica». Y es que, como se recordará, a la vez se está aplicando el plan de choque para reducir las listas de espera hospitalarias, una aceleración de intervenciones que ha debido pararse con cada ola de infección por la COVID.

Dentro de este plan de choque, en noviembre debía empezar la derivación de pacientes a las clínicas privadas, una medida que lleva retraso y todavía no se ha aplicado. Derivar a clínicas estará también permitido en situación de colapso sanitario este inverno, sin embargo, una vez más ,se contempla como una última opción.