Todos los pavos que se sirvan esta Navidad tendrán que ser importados.

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Los menús de Navidad no incluirán este año pavos ni patos criados en Mallorca porque no existe en la Isla ningún matadero autorizado para sacrificarlos. Eso impide su comercialización. La Cooperativa payesa de Inca se hizo cargo a mediados de noviembre del matadero de su ciudad, el único autorizado para el sacrificio de aves de corral en Mallorca, pero muy a su pesar Salut prohíbe el sacrificio de pavos y patos en sus instalaciones. A esta problemática se le suma además este año la escasez de patos y pavos de importación debido a la epidemia de gripe aviar que ha obligado a Francia (uno de los principales exportadores) a sacrificar 16 millones de aves.

Joan Siquier, de Avícola Can Costeta (Búger), es uno de los mayores criadores de aves de corral en activo en Mallorca. Hace ahora un año dejó de criar pavos y patos ante la imposibilidad de sacrificarlos en un matadero autorizado. «En Navidad vendíamos 50 o 60 patos y unos 25 pavos a la semana pero empezamos a tener problemas para llevarlos al matadero, había una inseguridad total porque unas semanas nos dejaban matar y otras no, fuimos reduciendo la producción y hace un año la paramos del todo», explica.

Su granja produce ahora únicamente pollos y faraonas criados y engordados en Mallorca, además de comercializar huevos. «El pavo no nos afecta mucho, porque no teníamos tanta demanda pero el pato sí, sería importante recuperarlo. Teníamos muchos clientes fijos y los distribuidores nos están llamando este año porque tratan de traer pato de fuera (principalmente de Francia) y por la gripe aviar les dicen que no hay».

Actualmente se sacrifican unos 300 pollos y 50 faraonas a la semana procedentes de granjas avícolas de Mallorca. Toni Seguí, es el ganadero de la Cooperativa Payesa de Inca encargado del matadero de la ciudad. Denuncia las trabas de las administraciones al sacrificio de las aves de corral: «No nos permiten matar pavos porque la antigua concesión no tramitó bien las cosas y aunque figuramos como un matadero de aves de corral (el único de la Isla) Sanitat no nos deja matar todo tipo de aves».

El problema no solo afecta a Mallorca sino también a Menorca que se ha quedado con 400 pavos criados y engordados en la Islas que no podrá comercializar. «Las administraciones hablan de promover los productos de kilómetro 0 y el producto local pero luego todo son trabas a la hora de tramitar los permisos. La antigua concesionaria del matadero no hizo las cosas bien, pero tampoco lo hizo bien el Ajuntament d’Inca y Agricultura no nos ayuda», lamenta Seguí.

El responsable del matadero de Inca explica que «aunque no haya granjas de pavos, en Mallorca puede haber unos 400 pavos y patos criados por particulares que no contaban con que no podrían matarlos aquí». En su opinión «si nos permitieran hacer el sacrificio bajo vigilancia de un veterinario específico se matarían los animales con un protocolo controlado y se evitaría que particulares acaben sacrificando a sus animales en cualquier sitio sin ningún tipo de control sanitario».

La Cooperativa Payesa de Inca asumió el 13 noviembre la gestión del matadero de su ciudad para evitar así su cierre. «Lo hemos cogido porque era súpernecesario, el 90% de los pueblos de Mallorca se han quedado sin mataderos porque los propietarios y los propios ayuntamientos prefieren darles nuevos usos, como pasa con s’Escorxador de Palma», dice Seguí.

«En el primer mes de funcionamiento hemos tenido pérdidas totales y encima exigencias y trabas de las administraciones», explica el ganadero. En su caso se dedica a las ovejas y en los últimos años ha reducido su cabaña por el encarecimiento de los costes de producción. «Yo he pasado de tener 1.000 ovejas a tener 700 y como yo mucha gente», advierte.

El último matadero de aves de corral en Mallorca cerró definitivamente en 2015. En 2020, fruto de la colaboración entre la conselleria de Agricultura, Salut, el Ajuntament y la entonces concesionaria del matadero de Inca se pudo retomar esta actividad. Las obras para hacerlo posible duraron dos años y requirieron de una inversión de 550.000 euros, parte de ellos financiados a través del Fons de Garantia Agrària i Pesquera de les Illes Balears (FOGAIBA). Aunque Agricultura anunció durante su inaguración que se podrían sacrificar pollos, palomos, pavos, patos, codornices y otras especies de aves y conejos, pronto Salut frustró parte de sus aspiraciones.