El sector de la construcción ha expresado su «profundo rechazo» al nuevo decreto ley del Govern para frenar el crecimiento urbanístico, una normativa que se valida mañana en el Parlament y que a su juicio supondrá, alertan, un «nuevo obstáculo» al desarrollo de vivienda asequible en Baleares.
«Es un ataque frontal a la vivienda asequible en Baleares en una situación de emergencia habitacional», ha manifestado el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios (PROINBA), Luis Martín. «Y además desde el sistema del decretazo otra vez, con nocturnidad y alevosía y Navidades por medio», señala en referencia a la aprobación inicial de la normativa el pasado 27 de diciembre. Según Martín, el decreto se va a traducir inevitablemente en «la creación de inseguridad jurídica de propietarios e inversores haciendo urbanismo a la carta e invadiendo competencias municipales».
Este paso legislativo del Ejecutivo que preside Francina Armengol va a suponer, en última instancia, un encarecimiento del precio de la vivienda, advierte. «Los propietarios que tengan suelo dentro de los cascos urbanos tendrán una mucha mayor demanda y ya no se podrá hacer nada fuera del mismo hasta que no se consuma la totalidad. Se va a fomentar la especulación y el encarecimiento de precios». De esta manera, ha subrayado que «estamos de acuerdo con la regeneración urbana» que presuntamente se persigue con este decreto ley, «pero no solo con la regeneración urbana se puede solucionar el problema de la vivienda».
La construcción de vivienda asequible requiere sobre todo, defiende Martín, de suelo económico, «nuestra materia prima». Martín explica que la desclasificación de urbanizables durante estas dos últimas legislaturas ha retirado del mercado 53.200 hectáreas de suelo urbanizable, superficie que podría acoger las 20.000 viviendas que se calcula se requerirían para dar respuesta a la demanda habitacional. «Es precisamente el déficit de vivienda asequible que tenemos actualmente». A su juicio, se requerirían unas 7.000 viviendas anuales de nuevas viviendas -como número óptimo-, cuando la construcción de nueva vivienda no llega a las 3.000 al año.
Encarecimiento de los materiales
La falta de obra nueva necesaria está repercutiendo en el mercado de segunda mano, explica Martín, el cual va encareciendo paralelamente su precio debido a este tensionamiento. «La vivienda usada es la que realmente mueve el mercado». Además, el encarecimiento de los materiales va a provocar más subidas para 2023.
La presidenta de la Asociación de Constructores de CAEB, Fanny Alba, recordó algunas estadísticas que reflejan el problema actual, como que el esfuerzo necesario para la compra de una vivienda del ciudadano de Baleares -16,4 años de su sueldo íntegro, el doble que la media estatal-, o que el precio de la vivienda en las Islas -en noviembre alcanzó las 3.123 euros el metro cuadrado, otra vez el doble que la media estatal-.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Construcción de CAEB, Óscar Carreras, explicó que «lo que interesa es que no se esté cambiando continuamente, necesitamos estabilidad, no una catarata de 14 normas diferentes en cuatro años». La normativa actual, señala, obliga a construir un número limitado de viviendas «que no se adapta a las necesidades actuales». Para lograr ese objetivo, sostiene, sería necesario un pacto entre partidos a largo plazo que permitiera la estabilidad jurídica que demandan.
Por otra parte, Carreras rechazó que las operaciones de compraventa por parte de extranjeros tengan un peso significativo como factor de encarecimiento de la vivienda, tal y como se sostiene desde sectores del Govern que pretenden limitar dicha actividad. «Hablamos de viviendas de 800.000 euros de media: no es el mercado objetivo; creemos que con esto el Govern pretende crear una cortina de humo».
15 comentarios
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Los constructores se dedican a construir, si por ellos fuera harían casas hasta en los torrentes y a precios de noruegos. Son unos interesados de manual, pero es su propia naturaleza, no pueden cambiar. Quieren meter 20 mil casas más en una isla que no cabe la gente, que sobran medio millón de coches, que los servicios están saturados, que no hay médicos ni mucho menos pediatras, colas para ir a la playa, no hay agua, que las calles estàn llenas de cacas de perros, las aceras parecen las dunas del Dakar, las casas están hechas una mierda en su inmensa mayoría, las carreteras sin asfaltar,...Es lamentable. Que se vayan a construir a Marte que hay espacio suficiente y falta gente allí.
Si tenguessin sol econòmic tampoc no construirien vivenda assequible sino segones vivendes exclusives per extrangers amb alt poder adquisitiu que les comprarien com una simple inversió. Això no té remei si no ens escolta Brussel·les perquè de Madrid no podem esperar gairebé res.
Claaaaaro, porque seguro que si liberan suelo van a construir vivienda para el ciudadano medio y no vivienda de lujo como han venido haciendo estos años, ajam.
Más VPO faltan 7000 pisos de precio regulado si queremos tener futuro
Constructores mentirosos a mi no me la dais.
Hay que ser rastreros y manipuladores para decir eso. Mentira!
Es ridículo pretender que de liberalice más suelo para seguir construyendo en lo poco que queda por urbanizar, es que no entramos en la isla desde hace años y la solución no es llenar hasta el último centimetro de ladrillo porque además de no entrar es que nadie va a querer venir a una isla hipermasificada, solo buscan negocio y negocio el resto poco les importa a estos promoteres.
Claro, porque en estos últimos 30 años se ha construido más que en toda la historia de las islas y los precios han bajado un montón...(ironía). Tranquilos, cuando entre PP y Vox volverán a desproteger territorio y os dejarán volver a construir donde os de la gana, es lo único que saben hacer para "mejorar" la economía.
FiolaLo hará si la legislación se lo permite Si tiene la vicienda en una zona no permitida dudo que lo haga.
Totalmente de acuerdo con ellos. La única solución es limitar (topar como dicen ahora, que queda más cool) la población. Luego, una vez 'topada', empezar a eliminar viviendas obsoletas y reducir plazas hoteleras. Cualquier otra acción irá en perjuicio de los que ya vivimos aquí.