La Reial Acadèmia de Medicina de Balears (RAMIB) inauguró este martes el curso 2023 ante autoridades, colegios profesionales y representantes de la institución, así como benefactores y patrocinadores. Su presidente, Joan Besalduch, recordó en su primer discurso inaugural ocupando este cargo que la celebración tiene ya casi 200 años de antigüedad pues se realiza desde 1831. «Al repasar el último año querría destacar los convenios suscritos con la CAEB, el Col·legi Oficial de Biòlegs y el Grup Serra, y resaltar también el programa de sesiones científicas y píldoras informativas que acercan los temas sanitarios a la sociedad», remarcó.
El secretario general de la RAMIB, el doctor Javier Cortés, fue el encargado de presentar la Memòria Acadèmica de 2022, que recoge la renovación de cargos en el pasado mes febrero o bien el proceso de catalogación y digitalización del archivo académico que lleva a cabo el investigador Miquel Amengual, del servicio de Biblioteca y Documentación de la UIB. Durante el pasado curso académico, señaló Cortés, se celebraron nueve sesiones de gobierno ordinarias y tres extraordinarias, y en diciembre se votaron las propuestas de los premios y distinciones del curso y se eligieron a los dos académicos correspondientes: Llorenç Sastre y Miquel Pastor. Con su bienvenida y con la entrega de distinciones finalizaba el acto cuya lección inaugural impartió la doctora Antònia Barceló.
La investigadora y médico especialista en análisis clínicos escogió hablar de los disruptores endocrinos para la ocasión. Y es que quien no los conozca debe saber que, de forma inequívoca, los tiene en su cuerpo y eso no son buenas noticias. «Tanto nuestro entorno como la salud y la supervivencia humana están más amenazadas que nunca», comenzó su intervención la doctora Barceló. «A través del aire que respiramos, el agua que bebemos y la tierra en que cultivamos nuestros alimentos, cada día, miles de sustancias químicas afectan de forma negativa a nuestro cuerpo y al medio ambiente».
Disruptores endocrinos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los disruptores endocrinos como una sustancia exógena que altera las funciones del sistema endocrino con efectos nocivos que constituyen un problema de salud pública. Según la ponente, «casi el 100 % de los seres humanos presentan un número elevado de estos disruptores en su cuerpo», ya que «gran parte de los productos que se usan a diario los contienen». Sus efectos, explicó, pueden tener consecuencias en el sistema reproductor, las tasas de fecundidad, la salud tiroidal, el neurodesarrollo, los trastornos de metabolismo o los tumores relacionados con las hormonas, aunque «conocerlos con absoluta fiabilidad es prácticamente imposible», señaló la especialista. Ser conscientes de que existe este problema, vigilarlo y prevenirlo son claves «para controlar esta epidemia», citó la aplaudida conferenciante.
El apunte
Los premiados
Premio de la Reial Acadèmia de Medicina Antoni Bennàssar
Premio Mateu Orfila Miquel Fiol Sala
Premio Jean Dausset Manuela Abbate
Premio doctor Ramon Rotger Moner Jon Olabe Goxencia
Premio del Col·legi Oficial d’Infermeria de les Balears Aina Huguet Torres
Premio Hospital Quirónsalud Palmaplanas Pedro P. Medina Vico
Premio del Col·legi Oficial de Farmacèutics de les Balears Josep Lluís Coll Villalonga
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