El crucero 'Otranto' en aguas de Baleares, 1925. | Museo Marítimo de Londres

TW
0

El paquebote inglés o trasatlántico RMS Otranto hizo muchas veces escala en Menorca y Mallorca y de su presencia en Balears nos quedan unas fotografías que se encuentran en el Museo Marítimo de Londres (Greenwich). El Otranto, de 1925, fue el segundo barco con este nombre construido por la potente Orient Steam Navigation Company o lo que es lo mismo la Orient Line y estuvo en funcionamiento hasta principios de la década de los cincuenta. Movía 20.000 toneladas, era capaz de albergar a 1.500 pasajeros y lucía una gran belleza escénica. Cuando se botó el Otranto, Inglaterra tenía 68 líneas regulares de navegación que hacían cerca 1.700 barcos que movían, entre todos unas 68.000 toneladas. La Ellerman Line era la compañía más importante. Diez compañías inglesas explotaban buques de más de 10.000 toneladas. Una de ellas era la Orient Line cuyos directivos, por cierto, se plantearon en los años veinte utilizar dirigibles de largo recorrido, asunto que finalmente no cuajó.

Periplos

El derrotero del Otranto variaba pero todos sus viajes tenían en común que eran largos o larguísimos. Uno de sus periplos habituales era zarpar de Inglaterra pasando por Calcuta hasta Nueva Zelanda y Australia (Sídney y Melbourne). De hecho su primer viaje fue de Tilbury (cerca de la desembocadura del Támesis) a Australia.

En 1933, una de las escalas de este viaje gigantesco que iba o venía de las antípodas fue Mallorca. Eran también habituales sus cruceros por el Mediterráneo: Gibraltar-Palma-Tolón-Maó-Argel-islas griegas, etcétera. Los pasajeros eran turistas muy acaudalados, el pasaje era muy caro y disfrutaban de casi todo tipo de lujos.

Orient Line

Otro crucero de 20.000 toneladas de la Orient Line que navegó desde 1928 por Mallorca fue el Orford, que transportaba unos 500 turistas que querían explayarse por el Mediterráneo. Así describió Prats, reportero del periódico El Sol, la llegada en 1933 de los cruceros a Palma: «En el muelle, los viajeros invaden taxis y ómnibus. Estamos en la isla de la calma y de la tranquilidad perpetua. Nuevos barcos vuelcan turistas en los muelles, como los barcos ingleses de la Orient Line, se prevé el fin de todas las existencias». Y añade: «Mallorca es el dorado del turismo internacional y también de la codicia internacional». Otros trasatlánticos legendarios que atracaron en Palma a principios del siglo XX fueron el Viceroy of India y el Empress of Australia .