Carolina y Marcos son mallorquines, no se conocen y sus vidas son totalmente distintas, pero con sus testimonios pretenden ayudar a otras personas envueltas en una situación parecida y en la que no ven salida. «Nadie sabe lo que he sufrido por los testigos», se lamenta Carolina. O como comparte Marcos:«En el instituto sufrí episodios de bullying por ser testigo y por ser maricón».
Ambos coinciden en la decisión de ocultar su identidad en este reportaje. Lo hacen por una misma razón: sus seres queridos. Como cuentan, son víctimas de haber sido separados de su hijo, en el caso de ella, y su familia, en el caso de él, por parte de los Testigos de Jehová. Un dolor, dicen, «irreparable».
«No tengo relación con mi hijo testigo desde hace 17 años»
Carolina batalló por no perder a su nieto, del que le querían separar
«Hace 17 años que perdí a mi hijo. Se convirtió en testigo de Jehová. Apenas tenemos relación». Son las desgarradoras palabras de una madre que vive un duelo desde entonces por partida doble: la de su hijo, con el que apenas tiene relación, y la de su marido, recién fallecido. Carolina (nombre ficticio) batalló por no separarse de su nieto, que hoy tiene 21 años «y por suerte no cree en nada de Jehová». Dio todo por este joven, pero asegura que «sin la ayuda de mi exnuera –la madre del nieto–, no lo hubiese conseguido».
Para entender esta historia, nos remontamos a casi 20 años atrás.Carolina tiene dos hijos que han sido educados bajo el catolicismo. Uno de ellos se separó de su mujer, con la que tuvo un bebé: el nieto de Carolina. «Poco después conoció a una testigo de Jehová y ahí empezó todo».
En ese momento, el hijo divorciado vivía en casa de su madre. «Me acuerdo que tenía libros de Jehová escondidos; ya empezaba a convertirse. Cuando se marchó de casa, y se casó de nuevo con esta mujer testigo, nos dejó de hablar». Recuerda que se enteró de que su hijo se casó a través de redes sociales. «Tampoco nos dejaba ver a mi nieto, así que cogimos un abogado y acudimos a una mediadora».
Juicio
Cuenta Carolina que la mediación no funcionó y fueron a juicio. El papel de su exnuera fue clave. Ella firmó a favor de que Carolina, la abuela, viera a su nieto. El joven tenía en ese momento ocho años. «A día de hoy con mi nieto no hablamos de los testigos porque nos han destruido la vida», lamenta Carolina, quien no perdonará que la actual mujer de su hijo «hubiera intentado convertir a mi nieto cuando era pequeño». Carolina sigue yendo a psicólogos para superar todos estos episodios que no solo la marcan como madre que es, sino como abuela. A pesar de ello, su relación con el joven es perfecta, y puede respirar sin preocupación. «Hace muchos años que conozco a los testigos de Jehová y es por eso que no podía consentir perder a mi nieto, porque ya he perdido a un hijo».
«Abusaron de mí en un baño y ningún testigo hizo nada»
A Marcos le expulsaron con 21 años; desde entonces vive en la Península
El libro de la vida de Marcos (nombre ficticio) está en blanco desde el capítulo de la adolescencia hasta su veintena de edad. Esas páginas marcarían las peores pesadillas de un chico creyente a pesar de que la religión le falló. «Nací en una familia de testigos de Jehová. Mi infancia la recuerdo como la etapa más bonita que he tenido nunca. Mi refugio eran mis padres». Cuando Marcos entró en el instituto, empezó una nueva etapa en su vida. Fue aquí cuando sintió que le gustaban los hombres, a través de series de televisión que veía a escondidas: «Notaba que era diferente. Esos años los recuerdo muy malos». Porque a Marcos no solo le tocó lidiar con su condición sexual, que «me hacía sentir culpable», sino que además empezó a sufrir episodios de bullying «por ser testigo y ser maricón».
Abusos
Nunca antes se había desnudado tanto, pero lo hace en esta entrevista porque sus sesiones psicológicas le ayudan a sanar. Y lo cuenta emocionado pero sin decoraciones: «Con 14 años y medio, cuando iba a misa, había un hombre, testigo, que siempre se levantaba cuando yo iba al baño. Se tocaba mirándome. Estuvo así un tiempo. Ya cuando le veía venir, me encerraba en el baño. Se lo conté a mi madre y ella al anciano de mi congregación. Nos dijo que este escándalo no podía salir a la luz porque mancharía el nombre de Jehová. Abusaron de mí y ningún testigo hizo nada».
Su decepción por la religión empezó a florecer. Ya no se engañaba a sí mismo sobre su sexualidad, experimentó el salir de fiesta a escondidas y tener parejas. Pero sí ocultaba todo esto de cara a su familia, sobre todo a su madre, lo que más le importa. A Marcos le expulsaron con 21 años, no por ser gay, sino por ser amigo de una expulsada. Decidió que era hora de moverse y se marchó a la Península sin nada, sin familia, aunque no lo ha perdido todo: «Hablo con mi madre a escondidas».
14 comentarios
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Salam AlaikumEstoy de acuerdo contigo, la libertad de expresión no existe. Basta ver que en algunas noticias no se puede hacer ningún comentario, no se trata de insultar u ofender a alguien, sino poder expresar lo que la noticias nos transmite y nuestra opinión.
Mes curts que es negre de Vox.
No son buena gente.
Conozco bien a los testigos de jehova,y el problema más grande de esta religión y de todas las demás son las personas que controlan a los demás,no es dios quien controla,son personas de carne y hueso como nosotros que se toman sus leyes a su antojo,en todas las religiones hay gente que hace las cosas bien y otros que no,las religiones captan adeptos en rio revuelto.....hay lo dejo
Continuamente estoy enviando comentarios y solo me publican los de futbol. Sr. Censor.- Si mis escritos molestan, yo creía que el responsable era el que los escribía y por lo tanto soy muy respetuoso, le agradecería me lo indicara. De esta manera me limito a no escribir ni uno más. Menos trabajo para mi y menos para Vd. en su oficio de velar lo que se piensa por ahí, como en los mejores tiempos de Franco. Este, naturalmente no saldrá y se lo agradeceré. Solo saber a que atenerse. Tenga Vd. salud y muchas gracias.
como en casi toda religion extremista y alienadora de la individualidad (incluida como religion evidentemente la politica dogmatica) sin negar que el ser humano es espiritu... el problema surge cuando los vividores de oficio y beneficio explotan "comercialmente y para su beneficio" esa espiritualidad "vendiendo humo que otros respiran y compran" yo creo en DIOS... me confieso cristiano... pero no creo ni en la iglesia ni en los curas... y desde luego respeto y acepto a los que no piensen religiosamente como yo... por lo que igualmente pido de ellos que me respeten como humano y como espiritu
En primer lugar, aquí se olvida a muchos que los testigos de Jehová no es una secta. Una mentira por mucho que se repita no deja de ser mentira. Cuando una persona libremente decide ser testigo de Jehová, también tiene la libertad de dejarlo. Como testigo de Jehová no me creo a la señora que dice que no puede ver a su hijo o nieto. No sé qué motivos personales hay en esa familia para que ocurra eso. Si así es, tendríamos que saber porque un padre no quiere ver a su madre. Recuerdo que en España hay madres famosas católicas que no quieren ver a sus hijos y nadie habla de la religión. Sobre el chico que fue expulsado o excomulgado por sus prácticas, hay que decir que es un derecho que tienen todas las religiones del mundo incluyendo a la religión católica. Y no veo quejas al Vaticano por este hecho. Nos olvidamos de la historia, y parece que los juicios eclesiásticos celebrados en España y en todo el mundo excomulgado y quemando en la hoguera a miles de personas, no ha existido. Actualmente, por artículo sesgados como los que se están escribiendo últimamente, han contribuido a países como Rusia, China y otros estados totalitarios persigan y encarcelan a los testigos de Jehová. Personas con patologías y enfermedades o con edades avanzadas están siendo torturas y llevadas a prisión por más de 6 años, por leer o hablar de la Biblia. Estás personas desean y persiguen con estos artículos que en nuestro país pase lo mismo. Aunque varias sentencias del tribunal europeo han dado la razón a los testigos de Jehová, los medios de comunicación hacen oídos sordos a estas pruebas. Por su afán de vender artículos no comprueban los hechos y solo se basan en persona que odian a los testigos de Jehová. Al hacer esto, contribuyen y fomentan un odio social contra los testigos de Jehová por motivos religiosos, violando la ley y sus derechos. Muchas personas, nos conocemos o trabajan con testigos de Jehová, pueden ver qué son personas normales y respetuosas. No nos apartamos de la sociedad y cualquier persona puede ir donde nos reuniremos he informarse. Tal vez tu jefe, un amigo, un compañero o un familiar es testigo de Jehová, puedes preguntar a ellos directamente.
Totes les religions foren creades i institucionalitzades per controlar els creients, totes. És ben hora de deixar de creure en amics invisibles. S'haurien d'ilegalitzar per estafa, totes.
Las religiones son el cancer de la humanidad !!!
Como decía el castizo: "No creo en la religión católica que es la verdadera, voy a creer en otras"