Juan Gorreta es presidente del sector de minibuses en Mallorca. | Pilar Pellicer

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Juan Gorreta, presidente la patronal que agrupa al sector de los minibuses en Mallorca, confía en que la reunión que mantendrá este viernes con el presidente la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi de Mallorca (ASATM), Gabriel Moragues.

¿Cómo califica el enfrentamiento entre taxistas y conductores de minibuses del lunes?
—Las imágenes que se vieron el lunes en el aeropuerto de Palma no tienen por qué repetirse. Estamos a tiempo de buscar soluciones para evitarlas. Somos los primeros interesados en denunciar cualquier tipo de violencia.

¿Habrá acuerdo con los taxistas en la reunión de mañana?
—El objetivo es atajar la desinformación que hay al respecto sobre nuestro sector, de ahí que queremos llegar a un acuerdo consensuado. El objetivo que buscamos ambas asociaciones es que buscamos la paz social durante toda la temporada de verano y que los acuerdos que alcanzamos cuenten al final con el apoyo de AENA-Palma y el Ajuntament. Los principales acuerdos serán que los minibuses solo podrán transportar grupos de entre 15 y 19 pasajeros y que los taxistas lo hagan de 1 a 4 pasajeros. Asimismo, hay que limpiar la actual imagen en la zona de llegadas, para lo cual la actuación de AENA es clave para asignarnos un mostrador. Queremos renunciar a la captación de clientes junto a la salida de la terminal de llegadas.

¿Creen que AENA les facilitará lo que piden'?
—Pedimos solo un punto de información, para que el cliente elija la opción más adecuada a sus intereses. Pensamos que si ambos colectivos de transporte público nos ponemos de acuerdo, AENA actuará en consecuencia porque quiere la mayor eficiencia en todos sus servicios a los pasajeros.

¿Qué problema ha surgido con los taxistas en este inicio de temporada'?
—El colectivo del taxi no puede absorber todo el mercado y, encima, desabastecer con ello los servicios en Palma. Es sabido que muchos conductores de taxis no quieren operar en Palma y, encima, en sus días libres incumplen la normativa regulada por el Govern que les obliga a trabajar en Palma. Todo esto genera crispación y, creo y confío, en que no haya un conflicto periódico en el aeropuerto si hay consenso y voluntad de llegar a un acuerdo que beneficie a toda las partes.

¿Qué ha fallado hasta la fecha'?
—La demanda de trabajo no ha sido la esperada y el Ajuntament, al excederse en el número de conductores, ha provocado que muchos días hayan estado 400 taxis parados en el aeropuerto y entre 70 y 80 autocares. Esto es lo que ha generado crispación por la relación entre la oferta y la demanda.

¿Es lógico que se paralice la actividad del transporte público de los taxis dos horas y media?
—Repito que lo del lunes no tiene que volver a repetirse, porque no se puede paralizar un servicio de transporte público por espacio de dos horas y media por una protesta, la cual afecto a muchísimos pasajeros el citado día. El Ajuntament de Palma no permite este tipo de situaciones porque el taxi es un transporte público para turistas y residentes pase lo que pase. No se puede volver a paralizar de nuevo la actividad.

¿Confía en que se pueda erradicar el problema'?
—Si hay buena voluntad y ganas de llegar a un acuerdo, estoy convencido de así será. El problema tiene fácil solución. Está visto que los profesionales hemos tomamos la decisión firme de acabar con la actual situación, pero a parte del consenso las administraciones deben tomar nota y poner los medios adecuados para que haya paz social definitiva en el transporte público en taxis y minibuses. Solo esperamos que el Govern también actúe en consonancia con el Ajuntament y AENA.