Nada más empezar la videoconferencia, este griego de 77 años confiesa estar feliz de poder charlar en la lengua que aprendió en casa y que ahora no tiene con quien usarla. «De mi edad no queda nadie que la hable», lamenta, aunque la tía de su esposa, de 90 años, sí que la mantiene y «le place hacerlo», asegura.
A Benmayor le contactan muchas personas de todo el mundo por ostentar el triste título de ser el último hablante, confiesa con cierto resquemor, pero muy pocos saben de su origen mallorquín. «Muchos apellidos hebreos, como el mío, van precedidos por ‘Ben', que quiere decir ‘hijo de'», explica. En Salónica, la segunda ciudad más grande de Grecia, y en donde vive, había más de 30 sinagogas a principios del siglo XX. «Cada una llevaba el nombre de la región de donde provenían los que las fundaron incluso antes de la expulsión de 1492, como Castilla, Aragón y Mallorca», dice, y señala que de forma coloquial se referían a este último lugar de culto como ‘Mayor'. De ahí que su apellido signifique ‘hijo de Mallorca'. También recuerda que un estudioso local documentó que las familias Benmayor solamente acudían a la sinagoga Mallorca, lo que refuerza su «conexión» con la isla. Pero esto no es todo.
«En 1391 hubo unas grandes persecuciones contra judíos y muchos huyeron al norte de África. En los años sesenta, en Israel, consulté una agenda telefónica, busqué mi apellido y encontré que había muchos, unas 30 o 40 familias. Comprobé que sus orígenes provenían de Argelia y Marruecos, donde muchos judíos mallorquines habían huido», rememora el sefardí, como también se conoce a los descendientes de los expulsados. «No puedo decir que mis antepasados provengan directamente de Mallorca y se instalaran en mi ciudad, pero existen estas relaciones», admite.
El horror de Auschwitz
La lengua materna de su padre, León, era el judeospañol, aunque en la escuela aprendiera griego, como él. De hecho, la mayoría de habitantes de Salónica a principios del siglo pasado eran judíos que hablaban judeoespañol y otras lenguas, pero apenas griego, según Benmayor. Los nazis exterminarían esta comunidad sefardí, enviando a unos 50.000 judíos de la ciudad a campos de concentración, un 95 % de la población de entonces. «Toda la familia de mi padre acabó en Auschwitz, él fue el único superviviente», recuerda.
Al regresar a su ciudad, León dio con un primo hermano que también se salvó y con su tía, que tenía una hija que vivía en Turquía. «Vino y se acabaron casando; aunque la familia de mi madre también era de Salónica, al cambiar de país, ella casi no sabía griego, pero sí inglés, francés y judeoespañol, que es en la lengua con la que siempre habló con mi padre y conmigo», dice, e insiste en que para él los últimos hablantes son los nacidos antes de la Segunda Guerra Mundial porque era su idioma materno.
«No hicimos ningún esfuerzo por hablarlo tras la guerra», reconoce, pero hace 25 años sí que organizaban quedadas para usarlo. Benmayor visitó tres veces Barcelona por trabajo y fue a Valencia invitado para hablar sobre este tema, pero no conoce Mallorca, a la que espera viajar algún día. Desde hace cuatro años da clases de judeoespañol en la universidad, y aunque su uso decaiga, está contento de que crezca el interés por la cultura sefardí.
12 comentarios
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Bonita historia, este señor se merece la nacionalidad sólo con mirarle la cara ves un Mallorquin.. pero ya saben la andan regalando a vividores asquenazis que no tienen nada que ver con la historia de España pero se apuntan a lo conveniente... Hay un detalle que no se menciona y es que muchos serfadíes eran muy buenos marinos y formaban parte y en muchas ocasiones eran dueños y capitanes de los barcos piratas que venían a arrasar las costas españolas y particularmente las de Mallorca que conocían a la perfección.. pero decir que se dedicaban a la piratería desde el norte de Africa no es políticamente correcto, ya saben se cuenta la historia como favorece a algunos como nuestro grandioso Doctor Sanchinflas
@afb: Jo crec que és el minim que s'hauria de fer. Però donat l'antisemitisme ferotge de les extremes dretes, que no vull ni recordar el que feren al passat, així com la caritat mal entesa de moltes persones de les esquerres desinformades, pens amb molta pena, que molts no hi estarien d' acord.
Cuando la UIB agarre el tema estaremos a unas subvenciones de descubrir el judeocatalà.
Mi mujer se apellida Benmayor y es de Cáceres, es un apellido muy común allí
A VER SI OS ENTERÁIS EL MALLORQUÍN NO PROVIENE DEL CATALÁN NO TIENE NADA QUE VER EL IDIOMA MALLORQUÍN PROVIENE DE LOS JUDÍOS CUANDO SE DISPERSARON CUANDO SE CARGARON A JESUCRISTO Y LOS PERSEGUÍAN ENTONCES SE QUEDARON AQUÍ Y EL MALLORQUÍN PROVIENE DE LOS JUDÍOS NO TIENE NADA QUE VER CON EL CATALÁN NO SÉ POR QUÉ EL CATALAN LO IMPONEN EN LAS ESCUELAS DE LAS ISLAS BALEARES NO TIENEN NI IDEA
🇵🇸 👏👏👏❤️
LectoraUna manera de reparar aquest mal seria que cada dia 27 de gener (Dia de Commemoració en Memòria de les Víctimes de l'Holocaust) tots els edificis oficials de Mallorca (fins i tot el Palau Episcopal, per la responsabilitat que va tenir l'Església Catòlica en la discriminació dels xuetes mallorquins) penjassin una bandera d'Israel o una amb la menorah o amb l'Estrella de David i fessin una declaració contra l'antisemitisme.
Venga, nada de las persecuciones y expulsiones contra el pueblo palestino por parte de estos mismos que continúan hasta el día de hoy. Totalmente unilateral e hipócrita por estos y los de su calaña.
Es leer catalán en el siglo XV y el resto de relato carece de credibilidad.
Enhorabuena. Magnífico reportaje.