La intervención la llevó a cabo la Sociedad de Ciencias Aranzadi y dio como resultado la recuperación de, al menos, seis cuerpos compatibles por sus características con las víctimas del Penal.
Según el informe de identificación biológica realizado por el laboratorio BIOMICs de la Universidad del País Vasco (Vitoria-Gasteiz), la identificación de Isaac Rodríguez Lagar se ha llevado a cabo mediante la comparación genética de las muestras entregadas por su hijo y un nieto.
Sus restos habrían sido recuperados en la sepultura 9 de la fila 5, en el patio 2 del cementerio de Sant Francesc Xavier.
De acuerdo con la documentación de la época recogida en el estudio del historiador ibicenco Antoni Ferrer Abárzuza para el Segundo Plan de Fosas del Govern, Isaac Rodríguez Lagar habría muerto en la colonia militar franquista de Formentera el 2 de junio de 1942 de caquexia (como causa de muerte inmediata) y tuberculosis pulmonar (como causa remota).
El Cuarto Plan de Fosas y Memoria Democrática (2023-2024) prevé una segunda intervención en Formentera que buscará otras víctimas del penal, tal como aprobó la Comisión Técnica de Fosas y Desaparecidos del Govern.
Hasta ahora, en Baleares se han podido recuperar los restos de, al menos, 310 personas asesinadas durante la Guerra Civil y la represión franquista, de las cuales ya se han identificado 55 y se han devuelto 50 a sus familias.
Rodríguez lagar
Isaac Rodríguez Lagar era campesino y tenía 44 años. Era hijo de Félix y Rosario. Estaba casado y era padre de seis hijos. Vivía en la Parra, en Badajoz (Extremadura). El 22 de diciembre de 1939 pasó a la prisión de Zafra en Badajoz, donde fue juzgado en Consejo de Guerra y condenado a pena capital, más tarde conmutada por 30 años. El 18 de marzo de 1941 fue evacuado al penal de Formentera, donde murió.
También conocido como La Colonia o El Campamento de la Savina, el penal de Formentera fue un centro penitenciario franquista abierto entre abril y mayo de 1940 y dependiente de la Prisión Provincial de Palma.
Estaba destinado a personas ya sentenciadas por tribunales militares y se estima que, en sus dos años de vida, llegó a albergar hasta 2.000 reclusos procedentes de todas las provincias de España.
Los presos internados y sentenciados a penas inferiores a 12 años de prisión eran autorizados a salir del penal para realizar trabajos. A los condenados a sentencias superiores se les reservaba, sin embargo, reclusión o trabajo en el interior del propio campamento.
Todos ellos compartían unas condiciones de vida deplorables, caracterizadas por el hacinamiento, la insalubridad, las enfermedades y el hambre. Estas condiciones provocaron la muerte de, al menos, 58 personas reclusas, una cifra constatada por la misma burocracia del régimen franquista y documentada por el estudio de la colonia penitenciaria.
Según los testimonios y documentos recogidos por este estudio, los muertos eran enterrados en el cementerio nuevo de Sant Francesc, que empezó a construirse en 1938 y fue inaugurado en 1940, poco antes de que se produjera la primera defunción documentada en el penal, en abril de 1941.
El penal cerró a finales de 1942, probablemente y según los estudios, ante el temor del régimen franquista a que la opinión pública internacional conociera la situación de horror que se vivía en Formentera. Los presos fueron entonces trasladados a otras penitenciarías.
1 comentario
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Haber si realizan lo mismo con los suelos que terceros se apropiaron de forma ilícita en esa misma época en el mismo lugar =Se ve que ka secretaría del ayuntamiento daba para mucho por aquella epoca