«Se demuestra que nuestras temporadas turísticas en las Islas se están alargando», señaló el conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball, Iago Negueruela, para destacar que «seguimos siendo una de las grandes locomotoras en creación de empleo en España».
Así, el incremento interanual ha sido del 6,1 % -casi 35.000 trabajadores más-, la mayor en el conjunto del Estado. Paralelamente, el paro baja por debajo del 5 % (porcentaje que suele marcar el umbral del pleno empleo) y se sitúa en un 4,6 % frente al 11,6 % de media estatal.
En total se registraron 28.800 parados, el menor valor desde 2002 (con mucha menos población), lo que representa un descenso del 20,4 %. «Se ha alcanzado la menor tasa de paro de toda la serie histórica de un mes por octavo mes consecutivo», señaló el director general de Model Econòmic i Ocupació, Llorenç Pou.
El sector de la hostelería ha sido el gran impulsor de este proceso de creación de empleo con un crecimiento del 9,6 % en la afiliación con respecto a mayo de 2022, seguido de la construcción con un 6,5 %.
Por otro lado, Negueruela y Pou hicieron énfasis en «el cambio estructural en el mercado de trabajo» que ha supuesto el incremento en los contratos indefinidos y de fijos discontinuos y el descenso de la temporalidad. De esta manera, el número de trabajadores indefinidos se situaban en máximos históricos en abril (último dato disponible) con un total de 382.369 afiliados. Mientras, había 131.234 trabajadores con contrato fijo discontinuo, también un récord.
Esta transformación del mercado de trabajo se traduce en una tasa de temporalidad que ha bajado al 9,4 % frente al 33 % de 2019 y el 34 % de 2015. La media estatal sigue siendo muy superior con un 15,1 %, lo que refleja un mayor impacto de la reforma laboral en el Archipiélago. «A pesar de la estacionalidad de la economía balear se ha demostrado que era posible transformar el modelo de contratación», subrayó Pou.
En un último repaso a las estadísticas centrado en el balance de las últimas dos legislaturas, Negueruela se refirió precisamente al descenso de la temporalidad en la contratación como «de lo que más orgullosos nos podemos sentir» y recalcó que a partir de ahora «no debe retrocederse ni un paso en materia de calidad del empleo».
Así, destacó que durante el gobierno progresista las cifras de afiliación han crecido en 134.100 trabajadores y las de afiliación indefinida en 101.664. También destacó el crecimiento del número de empresas (+7.764) y de autónomos (+13.630). El conseller concluyó la comparecencia con una encendida defensa de su gestión al frente de la Conselleria. «Las cifras por las que se nos juzgarán son estas y son las mejores de la historia. El nuevo Govern debe protegerlas a partir de ahora».
Reacciones
Desde la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) se destacó el «innegable esfuerzo de las empresas por contratar» y se expresó el deseo de que «esta etapa de provisionalidad tras el 28M no trastoque demasiado las buenas perspectivas». La Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM) calificó las cifras como «muy buenas», aunque insistiendo en que sigue el problema de la falta de mano de obra.
Por parte de los sindicatos, UGT señaló que los datos demuestran que «las políticas sociales y laborales mejoran el empleo y la vida de las personas» y demandó más formación y respeto a las jornadas laborales. Por su parte, CCOO opinó que, pese a las cifras, es urgente una solución al precio de la vivienda y de la cesta de la compra, ya que, en caso contrario, «las Islas están condenadas a morir de éxito». USO, por último, calificó de «muy positivas» las cifras del desempleo, aunque objetó que el empleo que se está generando, en muchas ocasiones «no es de calidad».
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Así llevan señor Iago Negueruela, Las negociaciones que se llevan a cabo de manera egoísta y excluyente, sin tener en cuenta los intereses y necesidades de todas las partes involucradas, son perjudiciales tanto para la sociedad en general como para aquellos que se ven excluidos. Estas prácticas no solo socavan la confianza y la cooperación entre las partes, sino que también perpetúan las desigualdades y dificultan la búsqueda de soluciones equitativas. Cuando los actores involucrados en una negociación priorizan sus propios intereses y descuidan o ignoran las preocupaciones legítimas de los demás, se corre el riesgo de ampliar la brecha social y generar conflictos más profundos. Las exclusiones sociales que resultan de estas negociaciones injustas pueden llevar a la marginalización de ciertos grupos y a un aumento de la desigualdad en la sociedad. Es importante recordar que una negociación efectiva y justa requiere el reconocimiento y la consideración de las diversas perspectivas y necesidades de todas las partes. Solo a través de un enfoque inclusivo, donde se busquen soluciones que beneficien a todos los implicados, se pueden alcanzar acuerdos duraderos y equilibrados. En contraste, las negociaciones basadas únicamente en intereses propios pueden generar un clima de confrontación, desconfianza y polarización. Además, al perpetuar las exclusiones sociales, estas prácticas minan la cohesión social y dificultan la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Es fundamental promover una cultura de negociación que fomente el diálogo abierto, el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones que aborden las necesidades de todas las partes involucradas. Esto implica superar los intereses egoístas y trabajar hacia un objetivo común de bienestar social, donde se consideren y valoren las diferentes realidades y perspectivas. En resumen, las negociaciones egoístas y excluyentes que ponen en peligro la cohesión social y perpetúan las desigualdades son contraproducentes y perjudiciales para la sociedad en su conjunto. Para lograr resultados positivos y sostenibles, es necesario promover una cultura de negociación basada en la inclusión, la equidad y la consideración de todas las partes involucradas. NO solo las suyas y sus interés personales y políticos.