Una persona con discapacidad es aquella que necesita de ayuda adicional para participar de forma plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás. Para ellas está pensado el nuevo proyecto de la Fundació Natzaret que ha proyectado en sus instalaciones del Terreno un nuevo edificio de residencias supervisadas.
«Es el Projecte Acció y contará con 24 plazas repartidas en 12 para personas con discapacidad intelectual, seis para discapacidad física y seis para personas con patologías asociadas a un trastorno mental», explica Guillem Cladera, director de la Fundación Natzaret.
Y es que uno de los proyectos pendientes de la extitular de la conselleria de Afers Socials, Fina Santiago, era erradicar la lista de espera de personas con discapacidad y sin recursos. Por este motivo lanzó una subvención de unos dos millones y medio de euros para crear nuevas plazas residenciales. Con este presupuesto, se ejecutará la nueva infraestructura que, de ir según lo previsto, podría acoger a sus primeros usuarios en el último trimestre del año 2025.
Se trata de un servicio que ofrece una residencia habitual a personas con discapacidad que necesitan de supervisión y apoyo para las actividades básicas de la vida diaria.
En el edificio dispondrá de habitaciones privadas pero también de zonas comunes para facilitar un entorno normalizado. «El objetivo es la plena integración sociolaboral pero además se trabajará la autoestima y habrá actividades de ocio», añade Cladera.
Y es que además de la vivienda, se dará un servicio ocupacional ajustado al usuario para favorecer la inclusión y la participación social, podrían ser incluso actividades y entornos de la comunidad pero, en cualquier caso, será siempre fuera del domicilio.
Una tercera parte del Projecte Acció se trata de proporcionar apoyos para que los usuarios puedan disfrutar también de su tiempo libre de la forma más autónoma. Cada persona puede elegir las actividades que se irían realizando por horas y días de lunes a sábado e incluyendo periodos vacacionales.
La iniciativa «es nueva» para la Fundación Natzaret que hasta el momento trabaja en proyectos de discapacidad sobrevenida, pero sobre todo con menores tutelados y su integración en el paso a la edad adulta.
Un vez esté lista la infraestructura habrá que seguir trabajando de forma conjunta con el Govern para concertar las plazas. La prioridad serán los usuarios de Natzaret y luego se abriría a la lista única de discapacidad.
El apunte
Cerca de un siglo trabajando con los menores
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