Afrontar las altas temperaturas, sobre todo si se superan los 35 grados, es todo un reto. El método más recurrido es el baño en el mar, pero ello no quita que sea importante hidratarse. En la imagen, un hombre bebe agua en la playa de Can Pere Antoni, en Palma. | M. À. Cañellas

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La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado para este martes la alerta roja en el centro, norte y nordeste de Mallorca por altas temperaturas que podrían llegar a los 43 grados en el área de Inca, Santa Margalida, sa Pobla y Sineu. La alerta roja estará activada entre las 11.00 y las 20.00 horas. Para el resto de la Isla se han activado alertas naranjas por temperaturas que pueden llegar a los 40 grados en la Serra de Tramuntana, a los 41 en el sur de Mallorca y 39 en la zona interior del Llevant.

La jornada de este lunes ya fue de intenso calor, con máximas de 41 grados en Montuïri y Llucmajor. Por su parte, Sineu, Porreres y Binissalem llegaron a los 40 y Santa Maria a los 39 grados. Las mínimas (noches tórridas) rebasaron los 25 grados en Portopí, faro de Capdepera, Port de Sóller, Portocolom, Banyalbufar, Colònia de Sant Pere y Port de Pollença. Miquel Gili, portavoz de la Aemet, comentó ayer que «esta semana será de temperaturas muy altas, con un descenso el jueves y el viernes para volver a repuntar el fin de semana. Las noches tórridas serán generalizadas. Se puede decir que los valores normales de la época no se darán hasta la semana que viene».

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Golpes de calor

Hidratarse mucho aunque no se tenga sed, evitar el ejercicio físico intenso o trabajar al sol en las horas centrales del día; vestirse con ropa holgada y de colores claros, pero sobre todo, parar con lo que se esté haciendo en caso de encontrarse mal y no continuar hasta la extenuación... Parece sentido común pero hay mucha gente que todavía no sabe que siguiendo estas pautas puede evitar un golpe de calor. «Cuando el cuerpo humano está por encima de los 40 grados no es compatible con el buen estado de salud», explica el doctor José Manuel Valverde, de la central de coordinación de Atención Primaria. A medida que la temperatura corporal aumenta, «el organismo intenta regularse» pero tiene un margen de tres o cuatro grados. Recuerda el jefe de sección de Medicina Interna de Son Espases, Jaume Orfila, que «somos entre un 30 y un 40 % de agua y el equilibrio hidrolítico es muy importante».

No hidratarse bien (el mecanismo de regulación de la temperatura es el sudor) una mala ingesta o el exceso de exposición al sol pueden provocar una disautonomía del sistema hidroelectrolítico, «el cuerpo es un laboratorio permanente con la misma cantidad de agua, potasio, sal y magnesio pero si se disfunciona genera descompensaciones», explica. Cuando esto sucede, y el cuerpo es incapaz de autorregular su temperatura, hay una serie de síntomas como las náuseas, vómitos, calambres o mareos y pérdida de equilibrio, pero es que un golpe de calor puede llegar a ser mortal. No sólo eso, también se ha demostrado el incremento de la mortalidad relacionado con los efectos del calor.