Aina Socías y Antonio Vázquez son padres de cuatro hijos de 13, 11, 4 y un pequeño de un año y varios meses. | Teresa Ayuga

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Una de cal: el curso escolar 2023-2024 será el más caro desde que existen registros. Para las familias de Balears, la vuelta al cole supondrá un gasto medio por niño de 406, 80 euros, según un informe de Banqmi, el comparador financiero de iAhorro. Las Islas se mantienen así en la octava posición del ranking por autonomías, mismo puesto que el año pasado. Una de arena: a pesar de la temida cifra, el encarecimiento respecto al curso pasado, cuando el coste medio por alumno se situó en los 400 euros, es de poco más de 6 euros por niño, supone el aumento más bajo de los últimos años en el presupuesto.

Monoparentales

Con los precios de la vida en general por las nubes, este nuevo esfuerzo económico supone un tremendo varapalo para las familias, sobre todo para las más humildes, y se suma al aumento del precio de la cesta de la compra y del encarecimiento de la hipoteca, que quien más o quien menos, paga más que hace un año. Los números no salen en muchas casas de las Islas, y la cuentas corrientes se vuelven de un rojo más intenso.

Algunas de las familias más afectadas por la vuelta al cole son las monoparentales. Es el caso de Francis Mayol que tiene un hijo de cuatro años, y ya se prepara para hacer encaje de bolillos con el único sueldo que entra en casa, como funcionaria del IMAS, la falta de ayudas institucionales a los hogares monoparentales y los horarios de su pequeño.

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Francis Mayol, con su hijo de cuatro años. Con un solo sueldo entrando en casa, hace cuentas para pagar la extrascolar de fútbol y planifica horarios para llevar a su hijo al cole e ir a trabajar. FOTO: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

«Por el momento, mi hijo no utiliza material escolar, ya veremos cuando toque, pero la ropa es un quebradero de cabeza. Tiramos de prendas de segunda mano. Peor son las extraescolares. Víctor es muy activo y necesita hacer deporte. Mi hermana y mi cuñado nos regalan las clases de tenis dos veces por semana, y el fútbol lo pago de mi bolsillo, unos 300 euros. Sin ningún tipo de ayuda, que sí tienen las familias numerosas», lamenta esta madre, que se pregunta «si a las monoparentales nos castigan por no ser una familia al uso».

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Albert Lobo, presidente de la Federació d'Associacions de Pares i Mares d'Alumnes (FAPA) de Mallorca, confirma que «a nivel económico, septiembre es la peor época para las familias», que recuerda la implantación de la LOMLOE en dos años, «supone que muchas hogares no podrán reciclar los libros y ahorrarse un dinero». La compra de los libros de texto es una parte importante del desembolso de las familias, que tendrán que desembolsar 181,13 euros de media por alumno para pagar los libros, según el estudio citado. Y hay que recordar que este curso las familias tienen una deducción de 220 euros por hijo, siendo las Islas una de las cinco comunidades autónomas que va a aplicar ayudas fiscales en los libros de texto.

En este sentido, Lobo abre el melón de la digitalización en las aulas y el coste de las licencias de los libros digitales, que caducan al año. «Es decir, que habitualmente pagamos hasta dos veces para poder volver a utilizarlo», recalca el presidente de FAPA Mallorca.

La vuelta al cole por cuatro

Aina Socías y Antonio Vázquez son padres de cuatro hijos de 13, 11, 4 y un pequeño de un año y varios meses y ya han comenzado a «reeducarles para la nueva realidad, porque el verano les asalvaja», apuntan. El día 11, vuelta a las aulas, a la normalidad y a la planificación de horarios. Siendo una familia numerosa con cuatro hijos, se ven obligados a ser más previsores que el resto.

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Aina Socías prepara la maleta con dos de sus hijos. FOTO: TERESA AYUGA

Ya han comprado los pocos libros de texto que tocaban este curso, porque el año pasado invirtieron en los cromebook para los más mayores, y han comprado ropa en rebajas. Solo les preocupa el precio de las extraescolares de los mayores, fútbol y volley, que les supone un pico, y llegar a todas partes a tiempo. Vuelve la vida a contrarreloj, eso sí, con los bolsillos un poco más vacíos.