La solemne sesión ha tenido lugar en el salón de actos de Son Lledó, repleto de docentes, invitados y público en general.
Carot intentó ser breve en sus peticiones, pero al mismo tiempo fue concreto: «Necesitamos una segunda residencia de estudiantes y profesores visitantes, una biblioteca central y un nuevo edificio de Ciències. También necesitamos inversiones para el mantenimiento del campus y de las sedes de Menorca y Pitiüses». El rector hizo una concesión: «No hace falta que sea todo al mismo tiempo, una cosa tras otra».
En su discurso, Prohens atendió la urgencia de una segunda residencia de estudiantes y la relacionó con la complicada situación de la vivienda en Balears. Expresó su «máximo compromiso» con esta iniciativa, contando con el Ajuntament de Palma.
En este asunto, parecía que había un acuerdo general en construir la segunda residencia en los terrenos de la antigua prisión provincial, pero, del mismo modo, todo apunta a que esta opción ha quedado en vía muerta. Preguntado por la cuestión, Carot se limitó a responder que «no hay nada en marcha». La residencia actual, con 103 plazas, tiene una lista de espera de 150 personas.
Por su parte, la biblioteca central es una reivindicación que lleva planteándose año tras año, sin llegar a concretarse. La petición de un nuevo edificio de Ciències es más reciente, pues el inmueble actual presenta un estado cada vez más deteriorado.
En cualquier caso, el rector reivindicó la buena valoración de la UIB, situada entre los puestos 600 y 700 del ranking de Shanghái , cuando el año pasado estaba entre los 700 y 800. Según el mismo ranking, la UIB es la vigésima universidad española (de un total de 84), cuando en 2022 fue la número 30. Asimismo, la UIB está entre las cien primeras universidades del mundo en oceanografía y turismo, y ocupa lugares destacados en física, ecología, ciencias de la atmósfera, ciencias de la agricultura, educación y ciencias de la tierra.
Por otro lado, el rector espera, en base a la Estratègia de Sostenibilitat, que la UIB sea energéticamente autosuficiente a finales de 2025. Sobre el uso del catalán, Jaume Carot destacó que «no nos podemos permitir perder una manera de mirar el mundo. No podemos renunciar a aquello que es nuestro y se nos ha legado».
Marga Prohens anunció un impulso a la Escola d'Hoteleria y «todo el apoyo económico del Govern a la UIB, mejorando, si es necesario, el contrato-programa de financiación plurianual». La presidenta también informó a los presentes de la elaboración de un Pla de Ciència i Tecnologia, y un plan piloto para conseguir una mayor presencialidad académica en Menorca y Pitiüses.
El acto, que se inició con la tradicional procesión académica, tuvo este año un añadido especial: la investidura a título póstumo de Agustí Villaronga como doctor honoris causa de la UIB. El día anterior, se había plantado en el campus un roble en memoria de Villaronga, cumpliendo la tradición de que todos los honoris causa de la Universitat cuenten con un árbol. Tras la proyección de un video sobre el fallecido cineasta mallorquín, la vicerrectora de Projecció Cultural, Magdalena Brotons, fue la encargada de feneder los méritos del doctorando. Las hermanas del director de cine, Cèlia, Paula y Margalida, recibieron el diploma y los elementos que acreditan a Villaronga como doctor honoris causa, recibiendo un prolongado aplauso por parte de los asistentes.
La secretaria gerneral de la UIB, Irene Nadal, leyó el resumen de la memoria académica del pasado curso. La lección inaugural correspondió a Felio José Bauzá, profesor titular de Dret Administratiu, con el título Ciència, art i pensament.
1 comentario
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En los terrenos de la UIB cabe una , dos y tres residencias para estudiantes ademas de alojamientos para profesores visitantes . Me parece totalmente absurdo una residencia a 6 km de la universidad, que es la distancia que hay desde la antigua cárcel a la UIB