Las condiciones de higiene, la falta de espacio y las instalaciones que en ese momento tenía el Hospital General hacían necesario crear el Manicomio, cuyo proyecto se aprobó en el pleno de la Diputación Provincial en 1879. Todo esto lo cuenta el psicólogo clínico Guillermo Pericàs, que ha pasado 49 años trabajando en el Hospital Psiquiátrico, a través de documentos históricos y de los libros que dejó el doctor Jaime Escalas sobre la asistencia psiquiátrica en baleares en la «Clínica Mental de Jesús» –el Manicomio–.
Hay que recordar que en el siglo XVII no existían estos diagnósticos. Debido a ello, muchas familias actuaban con sus hijos, u otros familiares, atándoles en casa como animales. Enfermos, expósitos o «atontados» eran apelativos recurrentes debido a esa falta de conocimiento. De hecho, como cuenta Pericàs desde las memorias del doctor Escalas, «se denominaban dementes aquellas personas con esquizofrenias precoces».
El Hospital General llegó a tener una casa de las locas y una casa de los locos. En 1960, la reina Isabel II visitó los espacios, el departamento de Dementes, la celdas y dispensarios. Con la puesta en marcha del Manicomio Provincial, o Clínica Mental, empezó a profesionarse el servicio, consiguiendo eliminar ciertas prácticas de curación dañinas y nada científicas. «Aunque el centro se ideó con el fin de ser un lugar donde nadie les viera ni molestara, lo hicieron con buena intención porque era la época que era», explica el jefe del servicio del Hospital Psiquiátrico, Rainer Oberguggenberger.
Con el primer manual de diagnóstico de enfermedades mentales, en 1952, todo empezó a cambiar. Aparecieron los consensos internacionales entre profesionales y las primeras definiciones. «Todos los profesionales, ante la falta de su especialidad –la psiquiatría– daban nombre a algo que no sabían qué era», indica Rainer. Los psiquiatras alemanes definieron por primera vez lo que era el delirio, por ejemplo. En el Manicomio Provincial, el primer director fue Jaume Escalas de 1936 a 1961. Pero el fin de este centro clínico se daría con el doctor César Azpeleta. Desde ahí, empezó un trabajo profundo de desestigmatización y de evolución que irrumpiría en los años 80.
Por poner un ejemplo de la transformación en los tratamientos, Guillem Pericàs, en sus inicios como sirviente en el hospital, llegó a ver cómo era la práctica del electrochoque: «Todos estaban tirados en el suelo, uno al lado del otro con una manta cada uno». O por ejemplo, personas ocupando un mismo espacio en el hospital, con grilletes y cadenas.
Pero hoy en día, todo ha cambiado. La terapia electroconvulsiva, por electrochoques, es un tratamiento psiquiátrico muy eficaz para casos como la depresión crónica, y se aplica con anestesia. «Ya no hay sufrimiento para el paciente», aclara Rainer.
Psiquiatría ambulatoria
La evolución de los pacientes ingresados ha ido disminuyendo con los años, pero se ha documentado el pico más alto de internos en 1990, registrando 1.240 personas. De hecho la cifra se mantuvo más o menos igual entre los años 70 y 90, coincidiendo con la transformación de la psiquiatría, los tratamientos y la profesionalización del servicio.
A día de hoy, hay alrededor de 70 pacientes internos con estancias máximas de seis meses. El Hospital Psiquiátrico se ha convertido en el último lugar al que acudir, porque hoy el servicio está derivado a los centros hospitalarios y, en primera instancia, a los centros de salud.
El doctor Rainer destaca el equipo de seguimiento asertivo comunitario. Ahora se visita al paciente de salud mental en el hogar. «Pero sigue un estigma profesional y social», defiende, que con la remodelación del nuevo hospital van hacia un modelo abierto a la sociedad y conectado con la ciudad. «La idea es que todo el ciudadano pueda pasear por sus jardines», reflexiona. Convertir, en definitiva, en un área ambulatorio y que «nadie se quede a vivir».
19 comentarios
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No se pero el primer hospital siquiátrico que recuerde(no he estado allí) estaba en la carretera que va a Sencelles desde Algaida y se llamaba sanatorio mental hoy como todo en manos extranjeras está Mercedes(Janis jopling,lord cant you baymi a Mercedes Benz) Esta justo a son Ratón y en los años sesenta fue su apogeo luego cayó en decadencia Este manicomio que estaba en el camino de Jesús fue posterior y los más cuerdos los tenían todos juntos en la sala de la entrada.
Ya estamos cambiando los nombres para que así parezca otra cosa diferente de la realidad?? Porque no ponéis más soluciones reales,y ayudas,y os dejáis de historias lexicas
Esta disminución drástica de internos acarrea un exceso patente de espacio. ¿Hay medidas para optimizarlo y racionalizarlo?
MargaHola, es Isabel II de Inglaterra……..
En el año 1960 la reina Isabel II, me imagino que de España lo visitò.Madre mia cuantos años viviò esta reina!!
Los que tenemos a personas cercanas con problemas de salud mental sabemos perfectamente en que situación están. No hay ayudas de ninguna clase, los pasan de un lugar a otro, perdiendo el tiempo y sin tratarlos. Como los profesionales no dan abasto pueden pasar un año sin ninguna visita ni atención medica. Lo que hace que su situación se agrave hasta el límite. Porqué para esto no hay presupuesto. Espero y deseo que estas situaciones cambien. No se trata de lavar la cara de un edificio. Se trata de dar la cara por las personas enfermas. Sea la enfermedad que sea.
He seguido tratamiento con fármacos y me parece, con sus límites, una vía mas objetiva que divanes, teorías, etc. Creo haber leído que existen más de un centenar de escuelas diferentes y opuestas e sicología, cifra que me parece muy preocupante, sin contar con estafadores e iluminados.
Dentro hay muchas personas curándose de lo que pasa fuera. En el Hospital de Salud Mental hay seguridad y protección para los enfermos, fuera de él existe la jungla. Las patologías más frecuentes en la actualidad son la ansiedad y la depresión, y mucha gente trata de ocultarlas hasta que no puede más. Les recomiendo que pidan ayuda para el caso de que empiecen los sintomas de ansiedad y/o depresión. Hay muy buenos profesionales y hoy en día con un buen tratamiento se puede llevar una vida prácticamente normal.
Las pastillas que les dan impiden su curación;es un negocio más farmacéutico.Todo en la psiquiatría actual está mal planteado para el paciente;prima la comodidad del psiquiatra.No hay ningún interés de verdad por curar a los pacientes psiquiátricos y lo que si hay son muchas injusticias.
Sale más barato dejarlos en la calle, es una indecencia consentida y buscada desde la administración, para que se ocupen de ellos sus familiares si tienen. Ya hemos visto cómo muchos se quedan en la calle sin ninguna tutela y en la pura indigencia tras no poder conservar su patrimonio. Pregunten en el IMAS , les hacen un seguimiento y los tienen contados , pero nada de recursos para estos enfermos QUE NO DEBERÍAN DORMIR EN LA CALLE.