El monumento de sa Feixina ha provocado polémica en Málaga. | Jaume Morey

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La formación de izquierda Con Málaga, en la que se integra Podemos entre otros grupos, quiere que el alcalde de la ciudad andaluza, Francisco de la Torres, exija a su homólogo en Palma, Jaime Martínez, el derribo del monumento de sa Feixina, porque supone un atentado a los malagueños que murieron bajo las bombas lanzadas desde el crucero ‘Baleares'. «Que no se siga glorificando a quienes atentaron contra la historia y la memoria de Málaga», reclama Toni Morillas, portavoz de esta formación en el Ayuntamiento de Málaga.

Morilla pide la convocatoria urgente de la Comisión Municipal de Memoria Histórica para aprobar una declaración institucional dirigida al alcalde de Palma de Mallorca, Jaime Martínez, exigiéndole el derribo del monumento para ensalzar la memoria del crucero Baleares, uno de los buques de guerra que atacaron con artillería a miles de personas de la población civil malagueña que huía del fascismo durante 'La Desbandá'.

Morillas considera que es una «infamia» que el monumento siga en pie y que PP y Vox hayan decidido dar marcha atrás «a la destrucción de este monolito de la vergüenza». «Es una prueba más del grave riesgo en el que incurre nuestra democracia con Vox siendo influyente en las instituciones y con un PP seguidista para contentar a la extrema derecha y aferrarse al poder, incluso en la exaltación del fascismo y de los autores de crímenes de lesa humanidad», añade.

La portavoz de la confluencia de izquierdas añade que con la negativa al derribo de un monumento que «glorifica» a los asesinos «se están mancillando la historia y memoria de Málaga». El portavoz adjunto de la formación, Nico Sguiglia, considera que es un monumento «a la barbarie», ya que homenajea a los autores de una masacre contra población civil indefensa.    «Es un ataque a la memoria y a la dignidad de miles de malagueños», asegura.

El apunte

El monumento seguirá por el acuerdo entre PP y Vox

La exigencia de la formación de izquierdas en Málaga llega después de que Cort haya fulminado el expediente abierto para contratar las obras de demolición de este monumento. La decisión la tomó el equipo municipal, con Jaime Martínez a la cabeza, pero un día después se presentó el acuerdo programático firmado por el PP y Vox que también incorpora la exigencia de salvaguardar sa Feixina y no demolerlo.