Imagen de un tramo de la vía de cintura de Palma. | Teresa Ayuga

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«Estas intervenciones no solucionarán los grandes problemas de tráfico que padecemos, pero sí que ayudarán a mejorar la fluidez. Si no se hace nada, el problema será mayor. Hay que actuar», defienden fuentes técnicas del Departament de Territori, Mobilitat i Infraestructures del Consell de Mallorca sobre el hecho de añadir dos carriles adicionales en la vía de cintura de Palma, como anunció este esta semana el conseller insular del ramo, el 'popular' Fernando Rubio.

Actualmente, según explican las mismas fuentes consultadas, por el paso de nivel de nivel de la rotonda de Can Blau pasan, de media, 147.000 vehículos diarios. La vía de cintura tiene tres carriles, pero en este punto solamente hay dos y esto provoca retenciones, sobre todo en hora punta por las mañanas. La idea es ganar un carril izquierdo redefiniendo el trazado actual de la vía.

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En la misma línea, los técnicos ven factible ganar otro carril a la mediana entre la incorporación a la vía de cintura desde la autopista de Inca y hasta la altura de la cárcel para evitar que los conductores tengan que frenar al incorporarse. De media, 177.000 vehículos diarios circulan por este punto, lo que según los técnicos requiere una actuación para evitar que la congestión se agrave. En este caso sí que habría que hacer obras para tapar y salvar los huecos entre los diversos puentes que hay en este recorrido.

El PP recupera medidas del PSIB

El anuncio del Departament de Territori, Mobilitat i Infraestructures, gestionado por el PP, de añadir dos carriles a la vía de cintura con la intención de reducir los atascos que se producen cada día, se inspira en una serie de medidas que ya impulsó la exconsellera insular de Territori i Infraestructures, Mercedes Garrido, del PSIB, en 2018.

El Pacte de izquierdas apostó por reducir la anchura de los carriles en algunos puntos de la vía para ganar espacio en la calzada y sumar carriles. Una medida que se complementó con algunas obras que incorporaron nuevos accesos. Todo esto se acompañó con la reducción de la velocidad máxima permita a 80 kilómetros por hora, que sigue vigente, pero que el PP prometió derogar. El equipo del actual conseller insular de Mobilitat llevará a cabo ahora medidas muy similares que, ante el aumento anual del parque móvil, no han permitido solucionar la congestión viaria, que ahora es mayor que cuando el PSIB actuó en 2018.

Punto de vista
Josep Pons Fraga

El problema son los coches

Josep Pons Fraga

Propuestas como «ciudades de 15 minutos» con escasa movilidad están muy bien sobre el papel. Pero existe un problema de vivienda y no puedes elegir tan fácilmente donde residir. Miles de personas se desplazan cada día para acudir a su trabajo, a las escuelas donde estudian, hospitales, al aeropuerto, restaurantes y espacios de ocio. Aumenta la densidad de tráfico y se originan los atascos porque la red viaria carece de capacidad para absorber toda la circulación. No se trata de construir más carreteras, excepto algún caso puntual, sino de reducir el número de coches. La Isla ya marca los límites.