El director insular de Artesanía del Consell de Mallorca, Pere Ferrer, ve con buenos ojos la norma por la oportunidad que supone de cara a lograr una protección efectiva de productos que son representativos de Mallorca, pero que están en situación de desventaja "para competir en un sistema que no tiene reparos en hacer copias y venderlas en competencia desleal con los artesanos". El texto garantizará que productos de renombre en cada territorio estén protegidos tanto en la Unión Europea como a nivel global y para ello unificará reglas nacionales sobre registros, control y aplicación de la protección de las indicaciones geográficas.
A día de hoy, explica el director insular, el comprador no tiene elementos para identificar si un producto es realmente artesano y está elaborado en Mallorca y la norma permitiría ofrecer al cliente la garantía para distinguir un producto genuino de otro que no lo es. Los productos artesanos, continua Ferrer, tienen que competir principalmente con los bajos precios que pueden ofrecer los productos de imitación, falsificados o que simplemente no se han producido de manera artesanal y pone, en este sentido, el ejemplo de las 'llengües'. Como explica, las 'llengües' auténticas tienen unas elevadas dificultades de producción que implican unos costes que pueden hacer que el metro lineal de tela ronde los 60 euros. Sin embargo, unas 'llengües' estampadas que pueden llegar de China o de la península pueden costar solo 12 euros el metro lineal. La misma diferencia de precios se trasladaría así a productos como bolsos o carteras con estos diseños.
Ahora, con la norma, subraya el director insular, los productos gozarán de la ventaja desde el momento en que se puedan identificar clara y fielmente como productos artesanos. Según el texto, las empresas más pequeñas recibirán apoyo para tramitar las solicitudes, que tendrán que hacerse a través de las asociaciones. En este sentido, Pere Ferrer ha garantizado el apoyo administrativo, jurídico y político del Consell de Mallorca al sector. La Comisión Europea estima que el nuevo marco dará cobertura a cerca de 200 productos elaborados en España, situándose como el país más beneficiado. El producto que aspire a la protección europea deberá cumplir tres criterios precisos: ser originario de un lugar o región específicos; que su calidad, reputación o características sean singulares de su origen geográfico; y que al menos uno de los pasos de producción se realice en la zona geográfica definida.
En la actualidad, un total de 16 estados miembro, incluido España, cuentan con sistemas nacionales de indicación geográfica para este tipo de producciones, pero su protección no es efectiva fuera de nuestras fronteras porque no existe un marco armonizado a escala comunitaria. Cuando se desarrollo la norma, el control y aplicación estará en manos de las autoridades nacionales, que deberán vigilar que los productos, incluidos la venta online, cumplen las especificaciones para su comercialización. Al margen de la normativa europea, el Consell de Mallorca está tramitando la creación, precisamente, de una marca propia de Artesanía de Mallorca, en forma de sello distintivo para diferenciar a los artesanos de la isla. El proceso de elaboración de la marca ya está en marcha y se ha empezado la tramitación de la imagen corporativa y del reglamento. A partir de aquí, cuando se tengan ambas cosas, se iniciará el registro de la marca, que se puede demorar entre 12 y 18 meses.
El objetivo, subraya Ferrer, es "diferenciar a los artesanos de la isla que venden productos locales y hechos a mano". "Si queremos garantizar que haya continuidad en la artesanía, es necesario que también las administraciones se impliquen en dar garantías a los trabajadores y a los autónomos", resalta. A la hora de realizar un diagnóstico del estado de la artesanía en Mallorca, el director insular insta a distinguir entre una artesanía tradicional y otra de vanguardia. La primera, apunta, sí que se encuentra en un momento complejo con el relevo generacional como reto principal. En cambio, la artesanía de vanguardia en sectores como la joyería o la moda vive un buen momento. Hoy por hoy, existen en Mallorca unas 1.000 cartas de artesanía que distinguen entre artesano, que acabaría de iniciar la actividad; maestro artesano, con más de 10 años de antigüedad; y empresas que hacen productos artesanos.
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Para proteger los productos, toponimia, etc. de estas islas, empecemos a protegerlas con el nombre que siempre se han conocido. La tela en cuestión es la tela de "LLENGOS" no la que nos exponen en este artículo como "Llengües"., (producto mallorquín con nombre catalanizado) Debo reseñar que un plato de nuestra gastronomía siempre se ha llamado "LLENGO amb tàperes". Basta de catalanizar las islas con solo un 13% de catalanoparlantes. Si es labor de este gobierno, salido de la decisión popular, el proteger nuestra historia, costumbres y "LLENGO", les ruego que eviten las confrontaciones producidas por artículos como este. Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Pero los mercaderes políticos (que son necesarios echar del templo) que no intenten vendernos productos, como los tomates de enrame (tomaquet de penjar), como autentica "Tomàtiga de Ramellet", propios y autóctonos de estas islas y de los cuales pretendieron la Denominación de Origen.