José Solano, acompañando a Samira y su madre Joice, el miércoles tras salir de un PAC de Palma. | Jaume Morey

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Samira Raissa, de 20 años, es brasileña y lleva en Mallorca casi dos años. Hasta hace poco, estaba residiendo en Caimari, pero se ha mudado a Palma con su madre –residente y casada con un mallorquín– y su hermano de 23 años. El pasado miércoles, 11 de octubre, a primera hora de la mañana, tenía cita en el Centre de Salut de Son Pisà para solicitar el traslado de su expediente del pueblo a este nuevo PAC.

Lo que no esperaba es que sufriera una discriminación por parte del personal que le atendió. La joven narra que no solo le denegaron la asistencia en ese momento, a pesar de demostrar el empadronamiento en la barriada, si no que al día siguiente una trabajadora le llamó para autorizar el traslado pero firmando un compromiso de pago «si quería tener un doctor». Metges del Món lleva denunciando desde hace años esta práctica «ilegal». En el último informe que presentó, detectó 85 casos de vulneración del derecho a la atención sanitaria en Balears.

«A pesar de tener cita, me hicieron esperar más de una hora porque priorizaban a la gente con DNI. Las que esa mañana llevábamos pasaporte éramos una uruguaya y yo, y nos trataron fatal. Hasta ahora, en Caimari tenía mi médico de cabecera, y no he tenido ningún problema. Lo único que pedí en Palma es un traslado de expediente».

Esa misma mañana, y antes de saber que tenía que pagar dinero, Samira tuvo que llamar a su madre, Joice, para contar con su apoyo. La joven cuenta que «cuando los de recepción vieron que mi madre sí era residente, nos atendieron mejor. Pero tampoco me solucionaron nada.Me dieron fue una declaración jurada de carecer de recursos económicos. No entendí por qué me daban eso», agrega.
En ese momento, uno de los portavoces de la Plataforma de la Inmigración en Balears, José Solano, también estaba en el centro. Al escuchar lo que pasaba, quiso ayudar a Samira y para ello difundió esta discriminación por entidades y ONG. Este ciudadano, que es a su vez presidente de la asociación de dominicanos de la Isla, asegura que son muchas las denuncias de personas extranjeras al PAC de Son Pisà. También conoce casos en que se les exige dinero para tener asistencia: «Hay una discriminación total. Tengo tres compañeras dominicanas que no pueden registrarse en este centro de salud si llevan menos de tres meses empadronadas en la barriada. Esta atención no la hemos tenido en otros PAC de la ciudad. No nos ha pasado nunca».

El hermano de Samira también ha sufrido discriminación en el mismo centro de salud. La madre de ambos, Joice, acompañó a su hijo a solicitar un psicólogo porque no estaba bien a nivel de salud mental: «Lo notaba con depresión, no tenía ganas de salir ni de hacer nada. Como le corresponde Son Pisà, fuimos allí a pedir cita con un psicólogo. Pero directamente me dijeron que no, alegando que mi hijo no tenía nada para pedir una cita con un profesional». Esta madre asegura que le llegaron a decir en el PAC que «solo puede pedir un psicólogo la gente que está muy mal». No es la primera vez que la Plataforma de la Inmigración en Balears se hace eco de una situación como esta.