«Este año me ha sucedido algo que me ha llamado mucho la atención: clientes que nos pedían cancelar su reserva en verano para evitar pasar tanto calor. Con una sensación térmica de 40 grados no se puede disfrutar de comer en una terraza o ir a playa, y el cambio climático acentuará todo esto y ya se ve que cada vez más gente opta por venir en otoño», explica Felip Boyero, director de concepto del hotel Es Racó d'Artà. Quizás todavía sea un hecho incipiente y anecdótico, pero el aumento progresivo de la temperatura, y este año va camino de ser el más caluroso de la historia, según el Servicio de Climático Copernicus, invertirá la temporada alta en Baleares. Los turistas evitarán los meses de verano y preferirán venir el resto del año, cuando el clima sea más benévolo, según coinciden diversos expertos en el sector consultados por este diario.
«Ya empiezan a ver que en otoño se está mejor porque los precios son más bajos, hay menos gente y el tiempo es más bondadoso, incluso se estira hasta la primera quincena de noviembre», asegura Boyero, que lleva dedicándose al turismo en diversos países cerca de 20 años. De hecho, turoperadores y compañías aéreas alemanas, como TUI, Lufthansa, Condor y Eurowings, están trabajando en ampliar los flujos turísticos en temporada baja porque existe una gran demanda. En todo caso, cree que si esto no se explica desde el sector, la gente seguirá viniendo en verano a pesar del calor, aunque prevé que, a la larga, este fenómeno reduzca los viajes familiares y beneficie a los de pareja o amigos sin hijos, que tienen mayor flexibilidad para coger vacaciones a lo largo del año.
Aun así, Boyero ve un error apostar por la cantidad y llegar a los 17 millones de visitantes, como aspira el nuevo Govern. «Hay un límite de recursos, de carreteras que no aguantan el crecimiento, sumado al cambio climático en el que muchos no creen», señala el experto, que reivindica un «turismo regenerativo». «Viajeros conscientes, que entiendan la situación del destino y lo dejen algo mejor de como estaba», explica, y lo sintetiza con una imagen muy clara: «Son los que prefieren venir a hacer cestería, yoga o excursiones en vez de ir en yate». «Un rico que deje dinero sin tener ningún miramiento por el territorio, no interesa», añade, y esta es la filosofía que siguen en Es Racó d'Artà, que califica como una apuesta por un «turismo de lujo del futuro».
«Hace años que Baleares hace esfuerzos por alargar la temporada y el cambio climático es probable que invierta los flujos tradicionales. Ya hay muchos inversores extranjeros que miran hacia el norte de la Península para comprar su segunda residencia», comenta Inma Ranera, miembro de la Mesa del Turismo de España y del consejo asesor de GNGrup, una constructora de Manacor especializada en el sector hotelero y en tramitar certificados ambientales. «Los veranos en Alemania, Reino Unido o Escandinavia, que son los principales mercados turísticos de las Islas, cada vez son más cálidos y, en vez de venir, puede que se queden», advierte Ranera, que considera que el sector todavía no es «plenamente consciente» de los retos de la crisis climática, como el hecho de que se tendrán que adaptar las primeras líneas a los cambios que producirá la subida del nivel del mar.
El fin del turismo barato
Inma Ranera, miembro fundadora de Mujeres en Hospitality, también advierte sobre el impacto que puede tener un encarecimiento de los billetes de avión ante el progresivo fin de los recursos fósiles baratos. «En Francia ya han prohibido los vuelos de corta duración si se pueden hacer en tren o bus», recuerda, y en el caso de las Islas, donde el avión es la opción más usada, repercutirá en la llegada de turistas.
«Ante el fin del turismo barato por la crisis de los combustibles fósiles, vemos un intento del sector empresarial por atraer turistas de alto poder adquisitivo, pero no hay ricos para todos los destinos. Es una apuesta arriesgada porque el mercado es más pequeño, deberíamos diversificar la economía y decrecer», reflexiona el investigador postdoctoral de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y miembro de Alba Sud, Ernest Cañada. «Mientras no se consolida este nuevo modelo turístico elitista, tenemos masificación por todo», afirma, y critica que no se trabaje en políticas públicas para que el resto de trabajadores puedan hacer turismo en este nuevo contexto.
El investigador señala que un 30 % de la población europea no puede tener una semana de vacaciones, y es algo que irá en aumento. «Debemos repensar el turismo desde términos de proximidad, a través del transporte público, y de interés por la mayoría de población», defiende, porque está convencido que el modelo de «hipermovilidad» va hacia al fracaso. «Estas dos visiones del sector, la elitista y la pública, demandan recursos económicos, la cosa es cómo pensamos democráticamente a cuál de los dos los destinamos», concluye Cañada.
50 comentarios
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Al final lo habeis conseguido. Os habeis cargado la temporada de verano. Más pobreza.
Lo que es seguro es que los residentes del futuro no residiremos en Mallorca...
Unos de los mejores artículos que he leído del U.H en mucho tiempo. Enhorabuena,cada día os superais.
Si eso es verdad lo que ocurrirá es que se volverá a llenar con los que cancelen las vacaciones en Marruecos, Túnez, Egipto y similares. Antes también pensaba que el hacinamiento sería más decisivo para hacerlos desistir pero viendo el éxito de los cruceros he llegado a la conclusión que somos rebaño. Y como tal nos tratan.
Y tenemos parte del Gobierno Balear que sigue negando el cambio climático. Es interesante ver qué medidas está tomando este Govern para luchar contra algo EN LO QUE NO CREE, ¿no creéis? Ya os digo yo lo que están haciendo: NADA. Pero su ignorancia no les va a librar de la realidad. Lo triste es que sus políticas van a perjudicar el futuro de todos.
Som i seremI de que viurem els que no som funcionaris??
Al subir el petróleo millones de turistas que se iban más lejos se han de conformar con Baleares, no nos engañemos en verano esto no es ningún paraíso ni de lejos.. simplemente hay infraestructura y el entorno internacional nos favorece..pero pese a todo el número de turistas reales ( de hotel y paquete) va a bajar por la sencilla razón que la gente en Europa es cada vez más pobre y está más endeudada... y aquí hay que preguntarse hay que dejar entrar a miles de muertos de hambre en la isla cada verano que duermen en playas y roban en los supers.. yo creo que no.. que por razones de saturación y control hay que tener información sobre la gente que viene, a qué viene y dónde se aloja... y el que no cumpla unos mínimos pues sencillamente NO DEJARLO ENTRAR.. y si ya está aqui... SACARLO... incluyendo a los turistas en Patera.. se que a muchos buenistas les suena radical.. también les sonaba radical a los isreaelíes del cocierto por la Paz que hubieses una doble verja en Gaza.. hasta que vinieron a matarlos y abusarlos a todos, todas y todes... estoy seguro que ahora a los pocos que escaparon si les preguntas ya no les parece radical... hay que adelantarse al futuro y tomar medidas PREVENTIVAS....¿ QUIEREN UN COLAPSO SOCIAL-ECONOMICO Y CRIMINAL?? ... Pues sigan trayendo decenas de miles de muertos de hambre al año.... Van a ver de cerca un Haiti 2.0 en el mediterráneo... Pregunten en Lampedusa como ven la cosa....
Siempre habrá suficientes turistas... ¡depende de cuánto dinero quieras ganar! ¡Hay demasiado de todo en la isla! Tiendas que venden los mismos souvenirs baratos, tiendas de ropa que venden la misma ropa de mala calidad... bares, cafeterías, restaurantes con mal servicio, etc... todos quieren un trozo del pastel 💰🤑. No creo que sean sólo las altas temperaturas las que impiden que vengan turistas.
Ciudadano191Entonces dime por qué el destino más visitado es Benidorm y no lo es Cala Sant Viçens
Entonces dime por qué Dubai es un centro de vacaciones tan importante.