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El proyecto de mayor envergadura que se está realizando en estos momentos en Palma toma forma. Lejos de las inauguraciones y visitas de los responsables de las administraciones públicas (algunas certeras y otras más oportunistas) ya se vislumbra un calendario de ejecución e inauguración que es, al fin y al cabo, la fecha que más le interesa al ciudadano.

La primera señalada es a finales de este año cuando se prevé que esté terminada la única área que depende de la Conselleria de Famílies i Afers Socials: la residencia para personas dependientes. Se trata de un centro de larga estancia que, al terminarse, se transferirá al Consell de Mallorca, encargada de ponerla en funcionamiento.

Sin embargo, la primera gran fase de construcción, a cargo de Salut, no estará lista hasta 2026. Se trata de todas las edificaciones ubicadas donde se situaban el edificio verde y el materno infantil del antiguo Son Dureta. Una vez demolidas todas las infraestructuras y allanado el suelo con parte de los residuos generados, se ha iniciado la construcción de los módulos B1, B2 y B3. En esta ubicación se levantarán tres edificios nuevos, conectados a diferentes niveles, con una superficie de 38.630 metros cuadrados.

Esta primera zona se destinará a pacientes complejos con necesidad de hospitalización con una estancia media de dos o tres meses. La capacidad prevista es de 242 camas nuevas. Además se construirá un hospital de día, un área ambulatoria, y un nuevo centro de salud con SUAP (Servei d'Urgències d'Atenció Primària) a la que asignarán unas 120.000 tarjetas sanitarias.

Esta primera fase de construcción la lleva a cabo la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por FCC y Construye Capital y ha sufrido ya un primer retraso. Al empezar la excavación se toparon con una antigua canalización de agua, hecha de fibrocemento y que contenía amianto, que no estaba sobre plano ni se había visto en las catas previas y que requirió de un plan de extracción, aprobado por la Conselleria de Treball.

Paralelamente, Salut ha iniciado las obras de demolición de los edificios de la fase 2 donde se ubica la emblemática infraestructura semicircular, y cuya previsión de ejecución es para junio del año que viene. En estos momentos se procede a la descontaminación de materiales peligrosos y la desconexión de la red de servicios. Tras el completo derribo de esta parcela en la que se prevé generar 50.510 toneladas de residuos, se limpiará y acondicionará la parcela para las últimas construcciones. En esta ubicación habrá un hospital de media estancia con otras 320 camas y una unidad de salud mental, la nueva sede del Banc de Sang o el centro administrativo del parque, entre otros.