Como profesora de Historia, siempre fue sensible con la complejidad individual de sus alumnos porque tuvo problemas cuando estudiaba en Primaria. Su maestra la llamaba ‘tortuguita' porque le costaba aprender; desde entonces, dedica toda su energía a desterrar estas etiquetas de las aulas y que la mirada inclusiva deje de ser «contracultural», como dice Corso, porque cuestiona el modelo tradicional. La prematura muerte de su hija, con tan solo 9 años, y que nació con parálisis cerebral, la animó a especializarse en cómo enseñar sin excluir a nadie.
Tras 14 años al frente del instituto porteño, Corso se hizo más conocida a través de una charla TED, hecho que la ha llevado a trabajar para el Ministerio Educativo argentino, con el fin de formar a docentes. Ha recorrido toda Latinoamérica, además de Portugal y España. Estos días ha estado de visita por las Islas, con motivo de las Jornades Balears per la Inclusió. Tras visitar Menorca, el martes llenó el acto de clausura en Palma organizado por la Federació d'Associacions de Pares i Mares d'Alumnes (FAPA) de Mallorca. «En la provincia de La Pampa llevan siete años de transformación para que todos los alumnos sean educados en la escuela ordinaria», explica Corso, defensora de que los estudiantes con autismo, cuadros psiquiátricos o cualquier otra discapacidad no estén separados del resto de compañeros.
«Lo que trabajo es un cambio de mirada, que sea universal, para hacer de la excepción la regla», comenta. «Primero hay que concienciar y luego encarar el desafío de que aprendan, que es lo más complicado, pero posible», continua, y señala que «no se pueden vender recetarios sobre cómo hacerlo, porque en la inclusividad no hay certezas». Cada alumno es un mundo, y cree que para transitar hacia una «pedagogía de la ternura» es vital la vocación del profesor.
«Tenemos una administración que cuestiona la presencia de los alumnos según sus capacidades», lamenta Nelia Sánchez, madre de un hijo con parálisis cerebral y miembro de la Comisión de Inclusión de FAPA. «En Infantil le negaron apoyo, indirectamente te echan. El camino no es abrir aulas especiales, como promete el Govern, sino abordarlo en los centros ordinarios, cada alumno a su ritmo», defiende, y pone como ejemplo la transformación en la que trabaja el Centre d'Educació Especial Joan Mesquida de Manacor, que transita para ser un colegio ordinario.
13 comentarios
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La pregunta es: ¿Para que llevamos a nuestros hijos al colegio? ¿Para adquirir conocimientos o para ser educados? En mi caso prefiero ser yo quien les eduque, y que al colegio vayan a adquirir conocimientos. Entiendo que haya gente que prime que en los colegios eduquen a sus hijos.... pero esa gente no debería decir lo que hagan con mi hijo en el colegio, repito, a mi hijo ya le educaré yo.
@JdsV o sigui que per que a tu i uns quants con tu et fan nosa s'han de fotre i anar una escola especial. Si, jo soc una mare amb una nina amb discapacitat i no necesita anar a una escola especial o no en duc res calentet ja que les terapias per si lo ho Saps (cosa que dubto) son carísimes i no en dona la gana perqué pot estar amb altres companys neurotipics i avança amb ajuda poc a poc però ho fa Aquestes escoles son per infants amb una "afectacio" mes important. I a qui no li agradi tindrà que aprende a tratar amb aquesta tpñipus de nins, nines, adolescents i gent gran perqué cada vegada h ha mes casos EMPATIA a veure si es fica dins del coco d'una vegada
Falta de realismo.
Posaria la mà al foc, que tots els que contestes que falten més mestres i pressupost, son de la part implicada que se'ls emporta calents i ni en fa no brot, ni en vol fer. Ja és un desastre l'educació, perquè a les aules hi hagui alumnes en necessitats especials, en contes d'estar en un centre apropiat. Totes aquestes gracietes inclusives, empitjoren encara més, la ja nefasta educació del que la pot aprofitar.
Estáis diciendo que haya 25 alumnos con necesidades especiales?? Por regla general hay más de uno. El problema es que, aparte de que muchos profesores no están formados para tratar y trabajar con este tipo de peques,a muchos les importa un bledo les falta empatía. Tendrían que estar obligados a formarse y por supuesto poner muchos más profesionales
Esto implica que un chaval que desde 3º de ESO ni se ha presentado a la mitad de los exámenes (habiendo repetido varios cursos), ¿esté haciendo este año 1º de Bachillerato? Esta inclusividad no la quiero. No todos los niños tienen las mismas capacidades y hay que orientarlos hacia sus capacidades. Puedes ser un magnífico electricista pero eres incapaz de ser ingeniero nuclear. El aprobado general y degradar el nivel para que no se sientan "discriminados" lo único que hace es crear borregos. Que vistas las leyes de educación de la democracia es lo que se busca.
Lo que falta és pressupost. No diven els hotelers que han batut rècords, idò mem si paguen impostos de record també
En mi epoca eramos 40 por clase y ahí estan, medicos, ingenieros, grandes empresarios, muy conocidos en la isla y fuera de ella... Y nadie quedo con traumas, ni complejos, ni tonterias... ahora si, tenias que poner codos, de lo contrario te esperaba una buena.
Si,todo muy bonito. Pero un profesor no és una madre ,padre o cuidadora. Si un,una alumn@ tiene deficiencias y atenciones especiales ,necesita profesorado de apoyo no sólo el profesor para 25,30 alumnos.
Aquest hauria de ser el paradigma educatiu, que l'alumnat confronti i experimenti amb totes les realitats socials properes com a eina de creixement personal i de capacitat empàtica, però em temo que fan falta recursos, especialistes i voluntat política. Conec un parell de casos d'alumnes que s'han vist convidats a canviar de centre perquè el seu comportament no quadrava amb el patró d'alumne sumís, amb hàbits d'estudi i rendiment acadèmic previsiblement molt exitós. N'hi ha centres que amb diners públics s'entesten en vendre's amb amb els resultats acadèmics d'alumnat que segurament faria el mateix amb una institució educativa flexible amb la presencialitat, això sí, privant a l'alumne dels imputs que proporciona la convivència amb la heterogeneitat de la realitat social.