Imagen de la placa del Carrer de Tàrbena, que recuerda su hermanamiento con Santa Margalida.

TW
3

Los flujos migratorios son procesos que han tenido lugar en todos los momentos históricos, también en Baleares. En algunos de esos movimientos poblacionales (ya sea en una dirección o en otra), encontramos el origen de los hermanamientos de una parte de los pueblos y ciudades de Mallorca con localidades situadas en la España peninsular, pero también en otros países del mundo.

La moda de los hermanamientos entre localidades aterrizó en Mallorca a finales de los años ochenta y principios de los noventa muy vinculada a la recuperación de las raíces en tierras alicantinas de los repobladores que en el siglo XVII llegaron a la zona procedentes de Mallorca para llenar el vacío territorial que había dejado la expulsión de los moriscos del Reino de Valencia en 1609. Santa Margalida fue el primero en sellar un acuerdo de hermanamiento con sus convecinos de Alicante (Tàrbena), hace ahora 26 años. Lo amplió a otras dos localidades con el paso de los años. Le siguieron con el paso del tiempo Puigpunyent, Muro y Capdepera, entre otros.

Cuando uno viaja a esas tierras alicantinas es curioso observar los apellidos comunes de origen balear que han variado su fonética y escritura con el paso del tiempo pero siguen siendo claramente reconocibles. Tàrbena conserva además parte de la tradición gastronómica y no resulta extraño encontrar en alguno de sus colmados o charcuterías sobrasadas muy similares a las que se elaboran en Mallorca.

ALICANTE - REPORTAJE SOBRE LOS PUEBLOS DE XALO Y TARBENA
Imagen de archivo de una carnicería en Tàrbena en la que se venden embutidos mallorquines.

En cuestión de hermanamientos en Mallorca observamos también el caso contrario con acuerdos vinculados a las poblaciones de origen de personas que vinieron a la Isla con el primer boom turístico para trabaja, pero nunca olvidaron sus raíces. Llegaron a desplazarse familias enteras en los años sesenta. Encontramos así el hermanamiento de Andratx con Almegíjar (Granada) o el de Calvià con Nerpio (Albacete).

La creación del Fons Mallorquí de Solidaritat i Cooperació favoreció además la aprobación de otro tipo de hermanamientos, vinculados a programas de cooperación internacional con poblaciones de países más desfavorecidos, principalmente de Nicaragua. Así encontramos los hermanamientos de Inca con Telpaneca, de Algaida con Ciudad Antigua, de Esporles con San Ramón, de Llucmajor con Las Sabanas o de la Mancomunitat del Pla con la Asociación de Municipios de Nueva Segovia. Todas ellas son localidades o entidades de Nicaragua. La Mancomunitat del Raiguer también se hermanó con fines solidarios. En su caso con Wilaya d’Auserd en el Sáhara Occidental. A diferencia de los hermanamientos vinculados a los flujos migratorios, buena parte de los hermanamientos solidarios han ido quedando en el olvido con el paso de los años. La mayoría de residentes y también buena parte de los representantes políticos actuales ignoran su existencia.

Cuando el Ajuntament de Sóller selló en el año 2016 su tercer hermanamiento (concretamente con el municipio francés de Port Vendres) el entonces alcalde Jaume Servera insistió en la necesidad de elaborar un calendario conjunto de actos que garantizara la cooperación en el futuro y no repetir así los errores cometidos con sus otros hermanos (San Bartolomeo y Almenno San Salvatore en Lombardía) que nunca realizaron acción alguna después de la firma del convenio en los años ochenta.

La idea de unir lazos entre Sóller y el Port Vendres vino de la localidad francesa con el objetivo de «promover iniciativas lúdicas y culturales de forma conjunta y establecer vínculos turísticos entre los dos pueblos». Una delegación de la localidad francesa asistió al acto oficial de hermanamiento que se celebró en Sóller en mayo de 2016 para después hacer lo propio en el país vecino.

Los hermanamientos por motivos de promoción turística y económica no son una anomalía en Mallorca. Además del de Sóller están los de Alcúdia con Ciutadella y el de Calvià con Rodas (Grecia), entre otros.

El hermanamiento de Calvià con el municipio griego se firmó cuando la socialista Margarita Nájera era la alcaldesa. Previamente habían trabajado juntos en programas relacionados con el medio ambiente, el turismo, el empleo y las energías alternativas, siempre al amparo de la Unión Europea. El municipio griego, como Calvià, está formado por varios núcleos rurales (Kalythies, Koskinou y Psinthos) y por una zona turística. En 2018 el destino ya recibía 300.000 turistas al año y contaba con 25.000 plazas hoteleras. En la delegación que visitó Mallorca para la firma del documento, además del alcalde de Rodas estaba el presidente de su asociación hotelera.

Completan la lista de hermanamientos en Mallorca un nutrido número de pueblos de la Isla que comparten con pueblos al otro lado de charco, la toponimia, las tradiciones y hasta los santos. Porreres, así, está hermanado con Porrera, sa Pobla con el barrio barcelonés de Gràcia donde celebran cada año las Festas de Sant Antoni. En 2013 Petra se hermanó con la ciudad catalana de Balaguer con motivo del 300 aniversario del nacimiento de Juníper Serra y es que Gaspar Portolà, jefe de la expedición civil y militar de Juníper Serra hasta California era originario de esta localidad. La lista suma y sigue.

Prueba de la mala memoria en cuanto a hermanos se refiere es que la Federación de Municipios de España apenas recoge media docena de casos Baleares. El último recuento provisional de hermanamientos de municipios de Mallorca que maneja la Federació d’Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB) habla de 26 hermanamientos: Alaró con San José de Cusmapa (Nicaragua), Alcúdia con Ciutadella (Menorca), Algaida con Ciudad Antigua (Nicaragua), Andratx con Batanó (Cuba), Artà con Totogalpa (Nicaragua) y con Os de Balaguer (Noguera), Calvià con Salou (Tarragona), Capdepera con el Torno (Jerez), Consell con Sureda (Rosselló), Deià con San Quintín de Mediona (Alt Penedés), Escorca con Forstinning (Alemanua), Esporles con San Ramón (Nicaragua), Felanitx con San Pedro (Argentina), Fornalutx con Strembo (Trento), Inca con Telpaneca (Nicaragua) y con Lompoc (California), Llucmajor con Las Sabanas (Nicaragua). Palma con San Francisco (USA), Petra cn Pedreguer (Alicante), Porreres con Porrera (Priorat), Santa Margalida con Tàrbena (Marina Baixa de Alicante), Sóller con San Bartolomeo y Almenno (Lombardía), Valldemossa con Campdevànol (Ripollès), la Mancomunitat del Pla con la Asociación de Municipios de Nueva Segovia (Nicaragua) y la Mancomunitat del Raiguer con Wilaya d’Auserd (Sáhara Occidental).

A esta lista se podrían añadir buceando en los archivos al menos una docena más. Al margen de los ayuntamientos y mancomunidades, el Govern balear también está hermanado con Malta y hasta el Parque Nacional de Cabrera está hermanado con Asinara.