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Ser madre o padre soltero es más complicado de lo que nos imaginábamos, algo que muchas familias tildan de incongruente en el siglo XXI. La mallorquina Neus Fullana, 45 años, tuvo a su hija Emma hace cinco años. «Fue una decisión propia al ver que, con 38 años, la única manera de cumplir mi deseo de ser madre sería en solitario, porque en ese momento no tenía pareja».

Neus Fullana o la historia de Francesca que vendrá a continuación son solo dos ejemplos de las llamadas familias monomarentales –o monoparentales–, hoy discriminadas a pesar de que la Red Estatal de Familias Monoparentales lleva denunciando que España no garantiza el derecho de estos menores y, por lo tanto, discrimina su estructura familiar.

Catalina Servera, presidenta de la Associació de Famílies Monoparentals de Balears (Famoib), destaca la necesidad de que se dé luz verde a una ley de familias –«ahora solo es un borrador en tramitación, e insuficiente, que se inició en la pasada legislatura»–, que realmente ampare a este colectivo. «El borrador es solo un parche para quitar esta discriminación histórica que llevamos sufriendo», expone.

A día de hoy, una mujer u hombre viudo con dos hijos es, automáticamente, una familia numerosa. Sin embargo, y en palabras de Catalina Servera, «los monoparentales con dos hijos no lo son». Por otra parte, a una familia biparental se le aplica una deducción de 3.400 euros del IRPF, mientras que a las monoparentales, 2.150 euros, según los datos que aporta la presidenta de esta asociación autonómica. También, este último caso de familia disfruta de un permiso parental de ocho semanas, repartidas en los siguientes ocho años, pero no remuneradas.

La entidad contabiliza, al menos, 2.275 familias monoparentales en Mallorca. No son cifras globales ya que el Gobierno estatal no facilita esta información de forma transparente. «Las familias monoparentales seguimos sin estar reconocidas administrativamente como familia», constata Servera. A pesar de que Balears cuenta con una ley familiar, un paso importante se dio en 2020 con la creación de carnets para las «familias en plural» a la hora de pedir ayudas.

Madres solteras

Neus Fullana asegura que ella ha tenido suerte, pero los inicios no fueron fáciles. «Estas dificultades me las iba encontrando en el día a día. Primero, la conciliación. Segundo, la red social de apoyo y tercero el tema económico. Son temas interdependientes y aparecen según la situación que vas teniendo».

Una familia monomarental tiene más desventajas que una numerosa: «Lo que llevamos reclamando es que nos equiparen a nivel estatal porque no existe todavía una ley de familias monoparentales. Las ayudas que recibidas, y bonificaciones, dependen en de cada ayuntamiento o de descuentos esporádicos». Detrás del día a día de Neus hay «facturas, hipotecas y mil gastos que asumo sola».
Francesca acaba de ser madre hace pocas semanas. Sin embargo, ha vivido muchos problemas «burocráticos» durante el embarazo que le advertían de las desventajas que tendría por ser familia monomarental: «Hay muchas dificultades para ser madre soltera, incluso antes de que nazca tu bebé». En su caso, apunta que «tuve la suerte de tener amigos que no me dejaron sola cuando di a luz ni en mi embarazo. A mi familia no la tengo en Mallorca».

Francesca menciona algunas de las problemáticas que se encontró por su condición familiar, como por ejemplo «hacer la compra sola, que al final del embarazo hacía online; la limpieza y el sobreesfurezo físico».

Desde la Associació de Famílies Monoparentals recuerdan que al 75 % de sus socios les deniegan las becas del comedor escolar, a pesar de que un 40 % de este grupo está en riesgo de pobreza.