Imagen de archivo de pacientes en espera en Urgencias de Son Espases. | R.L.

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El pasado 8 de enero Son Espases retomaba las operaciones quirúrgicas, por primera vez, al nivel de prepandemia. Diez días después se ha tenido que reprogramar la actividad con el objetivo de liberar camas y ofrecer la posibilidad de drenar pacientes de un servicio de Urgencias sino colapsado, ampliamente saturado durante toda la semana.

La transmisión de la gripe va al alza y se junta con otro tipo de patologías. El servicio del hospital de referencia volvía a tener ayer a unos 62 pacientes a la espera de ingreso, lo que ha hecho necesario reorganizar el sistema.

Si bien se han abierto 15 camas adicionales, se ha contratado a personal para cubrirlas y se ha empezado a derivar a pacientes a centros concertados como Sant Joan de Déu, las medidas han resultado insuficientes.

Y es que hay más demanda de la que se puede asumir. El 061 reorganiza las derivaciones hacia los hospitales donde hay más capacidad. Sin embargo, no ayuda el hecho de que la reforma del hospital General mantenga dos plantas cerradas, con sus respectivos recursos.

Pese a todo, desde el IB-Salut aclaran que entre el 1 y el 17 de enero se han atendido 22.965 urgencias hospitalarias, 265 más que en el mismo periodo del año pasado (22.690). Y en ese contexto de incremento asistencial, paralelamente, se han hecho más intervenciones quirúrgicas pasando de las 2.102 de 2023, a las 2.466 programadas entre el 1 y el 17 de enero de este año.
Todos los hospitales están manteniendo el ritmo con el fin de rebajar las listas de espera menos Son Espases. Ayer, por primera vez, se reprogramaron operaciones que requerían un ingreso posterior del paciente y en su lugar se avanzaron otras ambulatorias. La finalidad, ya se sabe, es tener más camas disponibles.

Y es que el avance de la gripe está todavía lejos de ver un pico que el año pasado se produjo en la primera quincena de febrero. El virus se ha extendido entre los más pequeños, siendo la franja de menos de cinco años la más afectada; y ahora empieza a llegar a una población adulta poco vacunada que es la que está acudiendo a Urgencias.

Aún así, los profesionales explican que no es gripe todo lo que se asoma por el servicio, y señalan que el problema, más allá de la gestión del espacio y de los recursos humanos, es que no hay tantas camas disponibles para la demanda. En este contexto se entiende mejor la necesidad de imponer a tiempo medidas preventivas como la mascarilla o la vacunación.