Desde la patronal son conscientes de este incremento de los negocios, y no tienen en cuenta la nacionalidad. Lo que sí preocupa es que los establecimientos cumplan con los requisitos legales que se necesitan para abrir un comercio. Salvà explica que las tiendas o comercios especializados son una forma de «progreso cultural», que permite al residente mallorquín conocer productos desconocidos. «Vemos que lo que va surgiendo en los barrios palmesanos son tiendas o comercios especializados, cuyos dueños conocen bien un producto específico y dan servicio a sus clientes de la misma nacionalidad así como a otras. Esta es una realidad con la que ya convivimos y estos locales dan bastante diversidad de oferta comercial».
En los últimos meses, sobre todo durante la pasada temporada turística, fue noticia que los hosteleros no encontraban mano de obra, y muy poca gente quería trasladarse a Mallorca para trabajar debido al encarecimiento de los alquileres. Fuentes consultadas por Ultima Hora explican que sí sería interesante facilitar los permisos a las personas en situación irregular para paliar esta escasez de mano de obra.
Pero, preguntado a Salvà si cree que la Administración debería facilitar los papeles para incentivar más la oferta comercial, responde que «sería un error»: «Las autoridades no tienen que incentivar la creación de negocios, sino que los permisos tienen que darse una vez que la persona está arraigada y en condiciones. Es lo mejor tanto para la persona que invierte como para el propio residente. Un negocio no es fácil para ninguno, sea extranjero o residente, y antes de abrir cualquier local, uno debe tener claro los pasos a dar y con qué finalidad monta un establecimiento».
Contra los negocios tapadera
La PIMEM-Comerç lucha por erradicar los negocios denominados tapadera. «Es una preocupación que compartimos todas las patronales y la Administración es quien tiene la capacidad de poner freno a este tipo de negocios que ofrecen una oferta ilegal y una competencia desleal».
En este sentido, subrayan el esfuerzo que hacen todos los establecimientos regulares para salir adelante, pues los negocios tapadera afectan al tejido productivo. «Desde PIMEM-Comerç pedimos control hacia este tipo de actividades que se han creado y funcionan de forma irregular», señala Salvà. A pesar de ello, no consideran que esta actividad afecte a una nacionalidad concreta, de hecho «hay residentes con comercios ilícitos». Las comunidades china, latinoamericana, marroquí y senegalesa son las nacionalidades extranjeras más numerosas en Palma. Por ello, la patronal trabaja con distintas entidades extranjeras para un correcto funcionamiento de la diversidad comercial.
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