Una bandera de Mallorca colgada de un balcón en Palma. | Jaume Morey

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El diseño de la actual bandera de Mallorca, con un castillo en posición vertical sobre un fondo de color morado, revela que es de reciente creación. En la Edad Media, especialmente en los territorios de la Corona de Aragón, la simbología representaba castillos, pero siempre colocados de forma horizontal y utilizando el color azul, como el escudo del Regne de Mallorca. Así lo explica el historiador y autor de Història i debat de la bandera de les Illes Balears, Jordi Prunés. Esta falta de rigor histórico generó controversia cuando el pleno del Consell de Mallorca aprobó el uso oficial de la actual bandera el 2 de enero de 1984, justo hace ahora cuarenta años.

«Fue ideada por el cronista de Palma Benet Pons i Fàbregues en 1907, pero cometiendo ciertos errores», explica Prunés. La confusa adaptación se debe a que se basó en un documento de 1313 en el que el rey Sanç instituía un símbolo para los jurados de la universidad de Mallorca de la época. «Como en la actualidad, cada institución tenía su propio símbolo; los escudos de ahora son los logos de nuestro tiempo», comenta el historiador, y defiende que la bandera más adecuada para representar a la isla sería la del Regne de Mallorca: cuarteada con dos castillos colocados horizontalmente y dos senyeres.

«Históricamente, no es correcta, pero como con los añosse ha convertido en un símbolo que genera un apoyo popular innegable, porque se reconoce, solo hay tres opciones: la mantenemos; se adoptan dos banderas, la actual y la cuarteada, como pasa en otros territorios, como en Baviera, Alemania; o la dejamos tal cual, pero cambiando el color lila por el azul», propone el autor del libro. Sin embargo, Prunés entiende que actualmente no existe un debate político que busque promover modificaciones de la bandera.

Al contrario de lo que ha ocurrido con el logotipo del Govern. El PP ha recuperado recientemente el escudo histórico con las cuatro barras rojas sobre fondo amarillo y una franja cruzada azul. Mientras que el lambrequín dorado se ha simplificado con un diseño más moderno y limpio, prescindiendo de las hojas de acanto. El Partit Socialista de Mallorca fue el único que hace cuarenta años se opuso a la aprobación de la actual bandera de la Isla. Sebastià Serra, historiador que entonces era el único representante político de la formación en el Consell, expuso los mismos argumentos que ha explicado Jordi Prunés y presentó como alternativa la bandera cuarteada.

«Era nuestra postura coherente como nacionalistas; además, se basa en los símbolos que se pueden ver en la documentación histórica, la arquitectura de la Isla o en bibliotecas», recuerda Serra, y comenta que «después de una dictadura y una desmemoria generalizada, vienen complicaciones».