Los operarios trabajando en la zona precintada tras la intoxicación. | M. À. Cañellas

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Los inspectores de la Conselleria de Salut, concretamente del área de Epidemiologia de Salut Pública, han procedido al cierre de las cocinas de la cadena MLL como medida preventiva ante la posibilidad de un posible brote de intoxicación alimentaria. Varios clientes del establecimiento, ubicado en el complejo Palma Bay Resort Beach de Platja de Palma, han sido atendidos médicamente por síntomas compatibles con una intoxicación, aunque los servicios médicos del Imserso se inclinan por la hipótesis de que sea un virus estomacal.

Los técnicos del Govern decidieron la clausura de estas instalaciones como medida cautelar a la espera de los resultados de las analíticas que se han realizado. Además del departamento autonómico, la asesora privada y especializada en higiene alimentaria que trabaja para MLL ha tomado sus propias muestras y también están a la espera de resultados.

Más de 300 jubilados que se encuentran alojados en el establecimiento han sido de esta manera trasladados al restaurante del Habana, otro establecimiento del mismo complejo a pocos metros del primero.

Desde Salut se ha especificado que los inspectores que actuaron en el día de ayer no encontraron sobras de comida para analizar porque no se habían guardado, por lo que esta mañana se han procedido a recoger muestras de cubiertos y superficies de la cocina.

Por otro lado, no se tiene constancia de nuevos casos de malestar o dolores estomacales entre clientes del hotel. Así lo han confirmado los propios especialistas de la Clínica Juaneda, que se encarga de la atención sanitaria a los clientes del programa del Imserso (el propio departamento de Salut está pendiente de hablar con este profesional). Según la propia Conselleria, hay una veintena de habitaciones dobles con casos detectados, por lo que el número de afectados ascendería a cerca de 40.

Mientras tanto, fuentes de la cadena han informado de que ya han procedido a subsanar las deficiencias observadas por los técnicos en su inspección del día de ayer, todas ellas de índole estructural, remarcan, y no relativas a conservación o manipulación alimentaria. Se trata asimismo de un extremo confirmado por fuentes de Salut Pública, que asegura que la suspensión de la actividad de cocina está relacionado con cuestiones de infraestructuras.

Por todo ello, expresan su deseo de que Salut autorice «lo antes posible» la reapertura de las instalaciones y que así la actividad en el complejo pueda volver a la normalidad.