Imagen del Clot del Cap Blanc. | Tomàs Vibot

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Més per Mallorca, Més per Menorca y Unidas Podemos por Mallorca, a iniciativa del GOB, han registrado una proposición no de ley en el Parlament para que los espacios naturales de las Islas Baleares que actualmente se encuentran en manos del Ministerio de Defensa pasen a ser públicos, y evitar así su desafectación y venta en el mercado inmobiliario. En su propuesta, las tres formaciones alertan de que la oferta inmobiliaria de grandes espacios naturales podría tener graves consecuencias urbanísticas, ambientales, paisajísticas y sociales, y consideran que habría que adoptar las medidas necesarias para garantizar el mantenimiento de su titularidad pública.

También consideran necesario avanzar en medidas de gestión para la restauración y conservación ambiental de estas zonas, y en la ordenación del disfrute público compatible con la protección del patrimonio natural. En el caso de Mallorca, el diputado de Més per Mallorca Ferran Rosa ha denunciado que hace meses que se publicita en portales inmobiliarios la antigua batería del Cap Blanc y, recientemente, se han detectado obras de cierre de la batería de costa de Rafeubetx, que podrían seguir el mismo camino. «El Cap Blanc o Rafeubetx son espacios de gran valor ambiental amparados por figuras de protección de la UE (ZEPA y LIC) que podrían acabar siendo transformados en instalaciones turísticas, no podemos permitirlo», ha mantenido Rosa.

En el caso de Menorca, el diputado de Més per Menorca Josep Castells ha recordado que también existen ejemplos de antiguas instalaciones ubicadas en espacios naturales que han terminado en manos privadas como la batería de Llucalcari, la batería de Biniancolla o la batería de Son Olivaret. «Debemos dar un uso público a estas instalaciones, priorizando la conservación del entorno natural; el Ministerio debe implicarse para que no se conviertan en un negocio», ha reivindicado Castells. La diputada de Unidas Podemos Cristina Gómez ha exigido que se siga el modelo de protección del archipiélago de Cabrera y no el de Cap Enderrocat: «preferimos parques abiertos a la ciudadanía a los hoteles de cinco estrellas en parajes que antes eran de titularidad pública».