Retos pero optimismo de cara al futuro: «Podemos ir al baile»
Los expertos analizaron los cambios en el sector y la evolución de los compradores
Tendencias. Hans Lenz; Marta Vidal, consellera; Luis Martín, de la Asociación de Promotores; Javier del Hoyo, responsable de Tax de KPMG en Balears y Omar E. García, de CaixaBank . | Jaume Morey
Incertidumbres pasadas y optimismo de cara al futuro. Cuatro paneles diferentes abordaron con 16 expertos desde el estado del sector inmobiliario a los cambios de futuro en las ciudades.
Diálogo multisectorial. Estrategias para adaptarse a las nuevas tendencias
El primer panel arrancó con un mensaje de optimismo sobre el futuro. «Hemos pasado por la tormenta, nos hemos mojado, pero no empapado. Podemos ir al baile», resumió Omar García Glumaz, director de negocio inmobiliario de CaixaBank. El panel, moderado por Hans Lenz, presidente de Abini, reunió además a Luis Martín, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears, a Javier del Hoyo, responsable de Tax de KPMG en Baleares y a Marta Vidal, consellera d'Habitatge. Toda la mesa coincidió en los problemas. «El principal es la vivienda asequible y no se va a solucionar en un año o dos, tenemos que mirarlo a futuro», explicó Martín. Del Hoyo, sobre los planes del actual Govern dijo: «Echamos en falta ayudas para la oferta, para los promotores, es la pieza del puzzle que falta».
Más allá de Mallorca. Otros territorios
Con un ojo puesto en lo que ocurre en Madrid, la segunda conversación abordó la situación del mercado de lujo en la capital con la irrupción en los últimos años de compradores sudamericanos. Presentada por Pep Verger, director de El Económico, reunió a Elena Jori, directora de Real Estate de Home Select; a Enrique López, de Caledonian; Sergio Espadero, director de Consultoría del Grupo Tecnitasa y a Bea Silvera, Interiorista. Jori describió que se trata de un tipo de comprador de lujo que «busca seguridad y sale de una situación difícil» y que hay una «demanda bestial» en ciertos barrios: «Madrid aún es barato si lo comparamos con Londres o París». La interiorista defendió el valor añadido del diseño de interiores: «Es una inversión que multiplicamos. Es importantísimo porque es lo que la gente va a vivir», señaló. Espadero apuntó al tipo de comprador: «Esa gente gasta infinito. Busca apoyo cuando invierte en un país que no es el suyo».
Cómo son, quiénes son y qué buscan los clientes en Baleares
El siguiente panel puso la mirada en la situación en Baleares y en los cambios en los compradores que se dirigen al segmento de viviendas premium. Xisco Vila, CEO del Grupo Arabella, moderador de la conversación avisó del cambio de un comprador de edad a un residente temporal. Christina Deustsch, de Engel & Völkers, explicó que 2022 supuso un «boom increíble» de compras por ciudadanos extranjeros: «Ahora vienen no sólo para vivir, también para participar. Se integran mucho más, vienen más tiempo y hasta para fijar su primera residencia».
En la misma línea, Mariana Muñoz, fundadora de Terraza Balear, señaló que ese cambio de cliente obliga también a modificar la manera de trabajar: «Nos obsesionamos con el servicio». Apuntó a un cliente más joven y mucho más respetuoso. Jaime Mairata, de Mairata: «Ha cambiado el cliente como el día a la noche. Esta gente está buscando el máximo de lo máximo». Antonio Ballester, de Estel, coincidió con los demás y planteó otro problema, el de la falta de mano de obra especializada para determinadas tareas.
Ciudades del futuro
El cierre amplió la visión al futuro de las ciudades, con los alcaldes de Palma, Jaime Martínez y de Santander, Gema Igual. El catedrático de Geografía de la UIB, Jesús González, introdujo el tema: «Baleares vive un proceso de metropolización. Todo el territorio es urbano, funciona como una metrópolis de una ciudad Europea», en torno a Palma. Igual, explicó la situación cántabra y la búsqueda de tener «una ciudad que de calidad de vida»: «Nuestra gran amenaza es la vivienda turística. Debemos regularlas. Tienen que estar en una situación de igualdad». Habló de otro cambio, el de la movilidad con menos gente que acude al centro. Para Martínez el problema es la falta de una planificación a tiempo: «Son cien mil personas más en veinte años y lo único que hemos hecho es desclasificar suelo. Nuestro objetivo es cohesionar».