Turistas en el Parc de la Mar este fin de semana. | Teresa Ayuga

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El gasto turístico en Baleares en el pasado mes de enero fue un 24 % más alto que el registrado un año atrás en volumen total, y en torno a un 10 % más en gasto por persona y gasto por persona y día. Unos datos meramente anecdóticos en inicio de año y plena temporada baja, de no ser porque se alinean junto al resto de augurios sobre una temporada de la que se espera una facturación incluso mayor que la de 2023, el año que reventó todos los récords turísticos: se bordearon los 18 millones de llegadas y los 20.000 millones de euros de ingresos económicos.

Las previsiones sobre la evolución económica del año a nivel estatal que han ido tomando forma durante este primer trimestre son bastante positivas: desinflación global, previsible reducción de los tipos de interés, buenas condiciones financieras, buena marcha del mercado laboral... E incluso son más favorables si cabe a nivel balear: las Islas comparten gran parte de los inputs que estimularán el crecimiento, pero sortean algunos elementos que podrían suponer un frenazo. Así, la mayor dependencia del sector servicios y el menor peso de sectores primario o industrial es, en este caso, beneficioso para las proyecciones macroeconómicas de los próximos meses.

Los resultados de la Encuesta sobre la Actividad Empresarial (EBAE) del Banco de España (BdE) dibujan un escenario con peores perspectivas sobre las inversiones y los beneficios en el sector primario y en el transporte. Asimismo, las expectativas en torno a los aumentos de los costes se centran en el sector industrial, mientras que se espera una cierta moderación en el sector servicios.

Por otro lado, hay una relajación de la tensión por los problemas de suministros; pese al conflicto en el Mar Rojo, el problema parece relativamente contenido y las preocupaciones empresariales no han ido en aumento, según los últimos informes de BdE y CaixaBank. En el caso de Baleares su impacto se reduce al sector del comercio y, de todos modos, está siendo marginal.

La ralentización de la inversión empresarial, por otro lado, no es extensible a las Islas, que según la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM), están aprovechando los rescoldos del beneficio de una temporada histórica para prepararse mejor y optimizar sus opciones de cara a este año. «Cada semana que pasa vemos que la temporada puede ser igual o mejor que la del año pasado», afirma el presidente de PIMEM, Jordi Mora, quien destaca que los buenos resultados de 2023 permiten tener «más recursos» para poder invertir este año.

El convencimiento en los buenos resultados del año pasado es total por parte de Mora, quien vaticina que el próximo mes de julio los empresarios declararán beneficios significativamente más abultados que en años anteriores. «Nos atrevemos a hacer esta previsión: cuando las empresas declaren el impuesto de sociedades veremos unos beneficios mayores».

Así, a una presión inflacionista inferior a la de 2022 se sumó un incremento de la actividad turística, por lo que, aunque contenidos por los costes de actividad, los márgenes de ganancia fueron mayores. Para el presidente de PIMEM, se trata de un escenario ideal para que las empresas se beneficien el Régimen Especial de Balears (REB), por lo que hace un llamamiento para «aprovechar las reducciones fiscales» que plantea esta figura. «Se puede disfrutar de una reducción de hasta el 90 % del impuesto de sociedades a cambio de que ese dinero se invierta en la propia actividad de la empresa», explica Mora.

Así las cosas, los principales problemas del empresariado balear, especialmente el hostelero, se reducirían pues a la falta de mano de obra y la subida de los costes salariales, opina Mora. Los escollos más visibles en el horizonte de una nueva temporada de récord. Los turoperadores alemanes confirmaron en la ITB de Berlín las previsiones al alza gracias al compromiso incondicional del turista alemán con el Archipiélago. El principal mercado de Baleares se afianza, como muestran las previsiones del gigante TUI, que traerá dos millones de visitantes de ese país este año a las Islas.

Por otro lado, Alltours y FTI Touristik confirmaron que existe demanda suficiente para plantear temporadas más largas, con arranques más tempraneros y una actividad más significativa en los meses de temporada baja. Por ello, solicitaron un acompañamiento de la oferta balear, no solo con la apertura de una planta hotelera que está respondiendo, también con la oferta complementaria.

Por lo pronto, el sector hotelero mallorquín afronta la Semana Santa con unas expectativas cercanas al lleno y con un 70 % de la planta abierta, aunque variará bastante en función de las zonas.

Con una subida de precios de entre el 4 % y el 15 % según la zona, el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Jorge Marichal, apunta que la primavera «augura la continuidad de niveles de crecimiento registrada en temporadas anteriores, apoyada en la recuperación progresiva de los grandes mercados europeos, en un entorno macroeconómico más estabilizado y con un interés de viaje creciente de cara al próximo trimestre». Un diagnóstico que apuntala las expectativas generalizadas de cara a la próxima temporada.

La llegada de trabajadores se acelera

Las buenas tendencias observadas en este inicio del año se están viendo confirmadas desde múltiples frentes. Uno de ellos es el del empleo: el mes de febrero dejó a Baleares como la comunidad autónoma con un mayor incremento de trabajadores vinculados al sector turístico en comparación al mismo mes del año anterior: un 9,5 % más de afiliados a la Seguridad Social.

Desde la patronal de agencias de viajes de Baleares (AVIBA) confirmaron que se está constatando una anticipación de los desplazamientos del personal de temporada. Un hecho motivado, entre otras cosas, por una mayor planificación del sector hostelero y de la oferta complementaria, que se afanan en completar sus plantillas lo antes posible para sortear los problemas de falta de mano de obra de los dos últimos años.