La pareja tenía la intención inicial de un proyecto de maternidad compartida: ambas fueron juntas al centro de reproducción, se hicieron pruebas conjuntas de compatibilidad con el donante anónimo e incluso, la que no engendró al bebé, conservó semen del donante para tener un hermano con la misma línea biológica. La ahora demandante estuvo presente en el parto del bebé, ambas mujeres pactaron el nombre y existen comunicaciones entre ambas en las que hablan de que iban a ser madres y en las que se referían al niño como «nuestro hijo».
Esos planes, sin embargo, no se plasmaron en ningún documento, que hubiera hecho innecesaria cualquier reclamación. No se casaron ni tramitaron una posible adopción a través del Registro Civil. Esos son los requisitos que, según recuerda el Supremo marca la Ley de Reproducción Asistida para considerar la doble maternidad.
Ante la falta de esos requisitos legales, la Audiencia había entendido que existía un vínculo y una situación en la que la demandante era reconocida como madre: «Hay fotos y testigos que avalan su participación en la vida del niño y que actuaba frente a la familia y terceros como madre, primero del feto y luego del recién nacido».
La pega que pone el Supremo y por la que deniega la maternidad es que ese vínculo no era suficientemente intenso. Pone como ejemplo que nunca estuvo presente en las visitas al pediatra o que no tenía permiso para recoger al niño en la guardería. En el testamento de la madre biológica tampoco se la tenía en cuenta como posible tutora. «No parece que exista vinculación afectiva alguna entre la mujer y el niño y no se adivinan los beneficios qeu puede tener actualmente para él que se establezca una filiación que no se basa en la verdad biológica, cuando no se trataría de reanudar la relación maternal sino de construirla nuevamente», concluye el Supremo.
13 comentarios
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Marcelo PerezPero vamos a ver. Qué tendrá que ver una cosa con la otra?? Por supuesto que el menor en cuestión salió de un espermatozoide. Quién pone en duda eso? El tema es que una persona de la pareja es gestante y la otra no, y de lo que se trata es de demostrar si la no gestante también ejerció de madre. Si la pareja fuera heterosexual, el hombre fuera estéril y hubiesen tenido que recurrir a la fecundación invl vitro, estarías diciendo lo mismo?
Jose AlfonsLo que estás diciendo no tiene absolutamente nada que ver con el caso. La madre gestante fue fecundada in vitro, supongo, exactamente lo mismo que pasa en muchas parejas heterosexuales. La cuestión es si la no gestante actuó como madre del menor o no.
NomecrecObviamente no la va a tener que oagae porque no la han reconocido como madre del niño.
Y si estás personas ahora están separadas, la que es la madre no biológica le está pagando una pensión al niño?. O eso se paga cuando hay padres, no sólo cuando son madres.
Dejaré de opinar, si bien soy consciente que cualquiera de nosotros se puede encontrar con casos iguales o parecidos. Por cierto, ayer leía en El Debate que un número muy importante de Obispos están totalmente en contra de la procreación subrogada o de casos de este tipo.
Lios. Menos mal que estan los jueces para poner orden
Un papá y una mamá. No hay más. La Ciencia dice que todos los seres humanos derivamos de un hombre (persona con cromosomas XY) y una mujer (cromosomas XX). Cualquier cosa que se salga de esta ecuación es un constructo social, es decir una ideología. Y oye, que cada uno crea en lo que quiera, el problema es cuando imponen a los otros que nos sumemos a su ideología.
Pues normalisimo
Esto es lo que pasa por no poner las cosas sobre papel y en presencia de la autoridad pertinente
¿Separadas? ¿Pero, estaban casadas?