Algunos de los miembros de la comunidad bangladeshí, en el día de la inauguración de la mezquita 'Al Nabawi' en marzo. | R.L.

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La primera mezquita de la comunidad musulmana de Bangladesh en Mallorca ha abierto sus puertas y funciona no solo para acoger los rezos colectivos sino como punto de celebración de eventos culturales y encuentros sociales.

Más de 150 bangladesíes de la Isla han colaborado en este proyecto, la creación de su primera mezquita, que se inauguró el primer día del Ramadán, el 10 de marzo, y está ubicado en el carrer Emili Darder. Sayeedur Rahman, secretario general de la mezquita, asegura que «la comunidad llevaba reclamando un espacio para sus rezos y donde poder informarse», asegura. Por ello, la idea es que el proyecto evolucione hasta tal punto que la propia sociedad mallorquina –y otros colectivos o religiones– puedan entrar y conocer de primera mano su cultura y sus tradiciones.

El cónsul de Bangladesh en Madrid, Mutasimul Islam, aterrizará hoy en la Isla para visitar el local al mediodía y conocer el proyecto de la comunidad bangladeshí de la Isla. Acudirá a uno de los rezos más importantes del día.

Integración

«Los bangladeshíes somos personas muy trabajadoras, divertidas y solidarias. Es importante que nos integremos en la Isla, pero también que los mallorquines nos conozcan», considera Sayeedur Rahman. Explica que la idea de la mezquita se remonta a finales de octubre. Se reunieron en un kebab de Palma y pensaron en conseguir un local y hacerlo realidad. «En diciembre ya teníamos el sitio alquilado. En ese momento, 165 personas ayudaron económicamente», dice.

La comunidad bangladeshí (musulmana y no musulmana) en Mallorca supera las 300 personas. Solo en Madrid y en Barcelona cuentan con templos sagrados, pero desde hace un mes ya tienen uno en Mallorca, la primera, y reúne a familias de todos los puntos de la Isla, según explica el secretario general.

En los próximos meses, tienen pensado abrir una ONG, relacionada con la comunidad de Bangladesh en Mallorca, con el objetivo de que puedan promocionar su cultura, recaudar fondos y ayudar a los más desfavorecidos. «Nos apoyamos mucho mutuamente, y de esta forma ayudamos a más familias», asegura.