En un comunicado, la APIB, que está integrada en la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), ha subrayado que la profesión «es esencial para garantizar el derecho fundamental de los ciudadanos a recibir información veraz».
En esta línea, desde la asociación reivindican la no interferencia de los poderes político y económico en el ejercicio periodístico y ha proclaman la autorregulación como «única opción de independencia».
La APIB se adhiere a la Declaración de Talavera de la Reina aprobada por FAPE en su LXXXIII Asamblea General y, además, añade «la necesidad de combatir el intrusismo», incorporando como requisito la exigencia de la titulación específica en Periodismo o Comunicación Audiovisual en los puestos de trabajo que impliquen tareas de producción periodística en medios y gabinetes, especialmente en los de titularidad pública.
Igualmente, inciden en la importancia de la educación mediática para la ciudadanía, con fundamental atención hacia niños y jóvenes. En este sentido, la APIB ha puesto en valor su proyecto de fomento de lectura de prensa entre jóvenes de Baleares, financiado por la Dirección General de Juventud, y que está actualmente en marcha.
Con todo, la asociación ha agradecido y felicitado a los periodistas por su labor, recordando que «es imprescindible el ejercicio profesional responsable, comprometido, independiente, valiente y ético. La credibilidad se gana desde la profesión».
Declaración de Talavera de la Reina
En la que han bautizado como Declaración de Talavera, la FAPE hace un «llamamiento general para terminar con la crispación generada por la polarización política y la desinformación que emana de ella» y realiza peticiones tanto a las organizaciones políticas como a la profesión periodística.
A los partidos les pide que «protejan» el derecho constitucional a la información y «no fomenten la difusión de mentiras y bulos mediante el uso perverso de las redes sociales y las presiones a los medios y los periodistas».
«Demandamos a los grupos políticos que acaben con la crispación que reflejan en sus actuaciones y declaraciones y, asimismo, terminen con los ataques a la prensa y a los periodistas para acallar las voces críticas», reza el texto, recogido por Europa Press.
Tras advertir del peligro que suponen los «discursos de odio» solicitan a los gabinetes de comunicación política que se abstengan de difundir «noticias falsas o manipuladas en función de sus intereses». También recuerdan que «si la obligación de los periodistas es preguntar y repreguntar, la de los dirigentes y representantes públicos es la de someterse a las preguntas de los profesionales de los medios de comunicación».
Censuran los señalamientos
Asimismo, la FAPE denuncia «los ataques al libre ejercicio del periodismo con determinadas prácticas antidemocráticas, como los señalamientos, el acoso online, la exclusión de medios y periodistas de convocatorias, las comparecencias sin preguntas y los intentos de imponer preguntas».
A los profesionales les exigen que «cumplan los principios éticos y deontológicos» y no difundan «mentiras, bulos o cualquier información que no haya sido confirmada y contrastada» y también que «ejerzan la función de control de los poderes y que eviten el contagio de la polarización política».
Controlar al poder, no ejercer desde la trinchera
«Eso --añaden-- implica estar vigilantes y ser críticos con lo que hacen los gobernantes y no colocarse en trincheras de uno u otro lado prescindiendo del principio de que el periodismo debe lealtad a los ciudadanos, a los que debe informar». En este contexto, les piden que «no se conviertan en activistas al servicio de causas ajenas a la información» y que ejerzan desde «criterios profesionales».
Además, recuerdan que «cualquier vulneración de derechos que se registre en una información o cualquier exceso realizado en aras de la libertad de expresión pueden ser llevados a los tribunales» y animan a denunciar a la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo «cualquier comportamiento irregular de un profesional o medio de comunicación».
Por último, la FAPE también vuelve a alertar de que la «cada vez mayor precariedad laboral y salarial en las redacciones supone un incentivo para que aumenten las presiones y se reduzca la necesaria independencia en la labor periodística». Asimismo, defiende la inclusión de la «alfabetización mediática» en los currículos educativos.
1 comentario
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Así tendría que ser y el periodismo es uno de los pilares de una democracia , y evidentemente libre y objetiva pero esta en grave peligro y aquí en España mas ,basto escuchar a mister fake que ya hacia de las suyas con los contratos publicitarios del Gobierno de España o untando monetariamente con cualquier excusa a medios afines ,pero que ahora le va a dar una vuelta de tuerca mas señalando o amenazando directamente y luego dicen ser demócratas y en defensa del periodismo autentico decir que hay mucho bocachancla mediático que parecen pero no son periodistas titulados solo mercenarios al servicio de quien les pague a diferencia del PERIODISMO que si difunden un bulo pueden tener consecuencias hasta penales y puede que muchos no digan toda la verdad o deformen la realidad pero mentiras las justas ,por ejemplo todo el revuelo por lo de la mujer del presidente , bulos ninguno ya que sabían lo que se jugaban y esos periodistas después de contrastar una serie de evidencias que están probadas y que demuestran unos indicios que posteriormente los dan a conocer o informan , sobre esto quien tiene que investigar previa denuncia de otros son los jueces , que casualidad ahora ambos periodistas o la libertad de información y el poder judicial o la justicia española están en el punto de mira de quienes repito se llenan la boca con la palabra democracia y realmente demuestran con ello ser otra cosa y evidentemente se quieren cargar o hacer a su medida dos de sus pilares fundamentales ........