La de Porsell no es la única destitución política. Otra fue la de Juan Antonio Serra Ferrer, que cesó como director gerente del IBITEC, organismo dependiente de Economia, Hisenda i Innovació. Ferrer fue nombrado para ese puesto por Antoni Costa, vicepresidente del Govern, sabiendo que había sido denunciado por acoso sexual y que estaba pendiente de juicio.
Diferentes motivaciones
Los cambios son de naturaleza diversa y no todos se refieren a altos cargos, sino también a puestos de asesoría o puestos vinculados a áreas de comunicación. Así, la responsable de Comunicació de Turisme ha pasado a ejercer la jefatura de gabinete del conseller. Por lo que se refiere a los altos cargos, los cambios de mayor calado respecto a los nombramientos de 2023 se refieren a la Conselleria d'Educació, la que dirige Antoni Vera. Prácticamente ha cambiado todo el organigrama y la totalidad de los cargos.
Según la relación recogida por este diario de acuerdo al recuento de ceses y nombramientos (algunos recogidos por el BOIB y otros no), hasta 33 personas han cesado. Algunas se volvieron a nombrar en puestos diferentes.
El PSIB ha preguntado varias veces a la consellera Estarellas (Presidència) o al vicepresidente Costa por este asunto. El último en hacerlo, el pasado abril, fue el diputado Carles Bona. En una de sus respuestas, Costa indicó que había problemas para estabilizar algunos nombramientos.
Desde el Govern, en cualquier caso, se habla de «normalidad» y se considera que este asunto no afecta en nada a la gestión del Govern. El Ejecutivo contó en un primer momento con Oriol Lafau (que ya ocupó este puesto con el PSIB) como coordinador de Salut Mental. Renunció y fue sustituido por Carme Bosch, que también se fue a los pocos días.
Donde más movimiento de puestos ha habido es en el organigrama de las consellerías: 21. Hay altos cargos pero sobre todo asesores. En el sector público, han cesado tres altos cargos de institutos: dos del Institut de Salut Laboral (IBASAL) y uno del SOIB. Hay seis altos cargos que han dejado el puesto en los entes públicos, aunque hay que excluir a los tres relevos en el organigrama de IB3: los cargos que cesaron para que el nuevo director genera del ente pudiera elegir sus cargos de confianza. Descontados estos, el número es de 30. Unas 200 personas se incorporaron a la Administración en puestos políticos y de carácter eventual tras el cambio de Govern después de las elecciones autonómicas de 2023.
9 comentarios
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Es como si un albañil oficial llevará 30 peones más especializados que el oficial.
Les dijeron que tenían que para cobrar tenían que trabajar.
Ses portes giratories fan fum.
La interculturalidad del Ajuntament de Palma necesita cambios urgentes.
30 que ya deben estar en la calle a buscarse la vida
TomeupipesPor supuesto, cobrando y mejorando, el sueldo por supuesto. Es el quita y pon.
Amiguetes que no sirven para nada,o para todo,según se mire
Clar, per afavorir altres malversacions, o potenciar les que més els interessi, a aquests corruPPtarros. ALEEEEEERTA, i ben vigilats a aquests. Auditoria i denúncies sense contemplacions i és menester.
Pero seguiremos cobrando,nó?? Quin susto!!!