La vecina del jacuzzi reside en un quinto piso. Su vivienda tiene una terraza que es comunitaria pero de uso privativo, es decir, que solo puede emplearla ella. En 2019 comenzaron los problemas. Los vecinos del cuarto alertaron de la presencia de humedades en su propiedad. La causa: el hidromasaje y una tarima que se habían instalado en la terraza comunitaria sin permiso del resto de propietarios. En una reunión de todos los propietarios el asunto salió a la palestra y la comunidad presentó un escrito ante el Ajuntament.
Los técnicos del departamento de disciplina y seguridad de los edificios hicieron un informe taxativo contra el jacuzzi. Concluían que era urgente la ejecución de una serie de medidas: prohibición del uso de la terraza, la retirada de la instalación y elaborar en tres meses un informe sobre la estabilidad del edificio por si se había visto comprometida por el peso de la bañera y las humedades que había provocado.
Al cabo de un mes, el Ajuntament requirió por burofax a la comunidad para que informara si había cumplido o no con las medidas. Respuesta: La propietaria rebelde no permitía el acceso a la terraza. En esa situación, el vecino afectado de forma directa por las humedades acudió a los juzgados y presentó una demanda para que se obligara a la comunidad y a la dueña del jacuzzi a solventar la situación, retirar toda la instalación y llevar a cabo las obras necesarias para evitar daños mayores en su propiedad.
La sentencia de un juzgado de Primera Instancia culpaba en exclusiva a la vecina al haberse producido los daños por su negligencia. Entendía que la comunidad quedaba exenta de tener que abonar la reparación porque no había tenido ninguna responsabilidad y, aunque se tratara de un elemento estructural de la finca, la culpa de la vecina era exclusiva. La condenada presentó un recurso ante la Audiencia Provincial. En él no se atacaba el fondo del asunto sino que el juzgado de Primera Instancia le hubiera declarado en rebeldía por no comparecer en el procedimiento con procurador y abogado aunque, sin embargo acudió ella misma al juicio en persona. La Audiencia entiende que fue una situación provocada por la vecina demandada y que el juzgado actuó de forma correcta.
31 comentarios
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Oiga Yo con mi propiedad hago lo que quiero Y naaaadie me dirá que hacerrrr con mi propiedaad Típica frase mallorquínflautas
Claro ejemplo del "en mi casa hago lo que me da la gana" que se lee mucho por aquí.
WakuLo mejor que les puede pasar a los vecinos es que arregle el estropicio y venda el piso. La "señora" debe ser insoportable.
WakuLo mejor
Desastressss
Desastre
Mucho flipado que se cree que el hormigo es irrompible y pone lo que sea en su casa o terraza,un quiero y no puedo
Le había pedido los permisos para instalar el jacuzzi al Charly.
Loly GarciaLas piscinas en terrazas, si se han previsto en el cálculo, no tienen ningún problema. El problema es ponerlas sin preguntar a alguien competente si la estructura está preparada para aguantar eso.
La gente no es consciente de la animalada que es poner un jacuzzi en una zona en la que no se había previsto su instalación en el cálculo de la estructura. Incluso una piscinita de plástico con 30 cm de agua sobrepasa ampliamente la carga de cálculo habitual para una terraza privada.