Dos visitantes en el santuario de Lluc. | P. Lozano

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La denuncia que se interpuso en el Consell de Mallorca contra la hospedería del Santuario de Lluc fue por molestias ocasionadas por el ruido de unas obras. Este episodio, por tanto, estuvo completamente desvinculado de posibles irregularidades en la explotación turística de las instalaciones como las que ahora se están investigando.

Concretamente, se trataba de una pareja que se quejaba de que no había podido descansar por los ruidos y a la que se le devolvió el dinero abonado a modo de compensación por las molestias ocasionadas.

Los inspectores del departamento insular de Turisme se personaron en la hospedería tras la denuncia para realizar las pertinentes comprobaciones. Ya en 2023, nueve meses después de la denuncia, fue retirada tras un acuerdo entre las partes -alcanzado con la devolución del dinero- y el caso fue archivado.

En relación al expediente abierto al santuario por la explotación presuntamente irregular de plazas turísticas, el conseller insular de Turisme, José Marcial Rodríguez, hizo mención a esta denuncia previa ocurrida en 2022, y afeó al equipo anterior -bajo mandato del PSOE- que archivara el caso sin ahondar en sus indagaciones. «No se actuó con el compromiso del equipo actual». Desde las filas socialistas tildaron las acusaciones de «cortina de humo», ya que lo sucedido en 2022 no tenía nada que ver con la investigación en curso, aunque desde la administración actual se entiende que las irregularidades que se están investigando ahora ya deberían haber sido detectadas en esa primera visita y, consecuentemente, sometidas al escrutinio del servicio técnico. 

Por otro lado, la presidenta del Govern, Marga Prohens, pidió «respeto» al procedimiento abierto y señaló su «máximo respeto a la independencia» del Consell. Asimismo, recalcó que «la ley es igual para todos».

Por su parte, el delegado de Patrimonio del Obispado, Xisco Vicens, explicó en una entrevista en Cope que el Santuario se está adaptando a la normativa para poder proseguir con su actividad y señaló que «una ley de hospederías sería lo ideal para Lluc».